sábado, 21 de mayo de 2011

Gracias a los partidos políticos y a sus militantes por ser la columna vertebral de la democracia

Quiero dar desde aquí las gracias a los miles de militantes de los partidos políticos que, una vez más, se han dejado la piel en esta campaña electoral.

Han colaborado en la organización de mítines, repartos de propaganda, explicaciones casa por casa. Han asistido a actos públicos. Han buscado el voto entre sus familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o de estudio. Han dejado muchas de sus horas cada día en informar de los programas de sus partidos y criticar al adversario. Han llegado tarde a sus casas, han dormido poco. Están cansados. Les duelen las manos y los pies.

Una vez más, han estado a la altura y han contribuido a que la democracia siga viva.

Ahora que sobre ellos llueve una tormenta de descalificaciones injustas, ahora que pocos de los que ostentan la tribuna se atreven a decirlo, ahora es cuando me siento más orgulloso del irremplazable papel que juegan los partidos políticos (grandes, pequeños o medianos, a derecha o izquierda) en la democracia.

Les rindo mi homenaje personal. Les agradezco su esfuerzo y su dedicación, sus desvelos por responder a las preocupaciones de la gente y hacer honor al voto que han recibido.

Les pido que sigan trabajando, que no se dejen amilanar, porque si se dejan, la igualdad de palabra que la democracia otorga a cada uno con su voto desaparecerá. Y con ella, la libertad. Y volverá a imperar el megáfono y el voto a mano alzada.

Mañana se abrirán las urnas. Es ahí donde se expresa la voluntad popular. La soberanía nacional reside en el pueblo español y la vehicula a través de su voto para elegir a quien debe gestionar la cosa pública y dirigir el país.

De nuevo, bajo la dirección del Gobierno de la nación (inteligente, prudente, como ha demostrado con entereza en estas horas difíciles), los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado velarán por que podamos expresarnos en paz y libertad. Junto a ellas estarán los integrantes de las mesas electorales. También los interventores y apoderados de los partidos.

Cuando vaya a votar, me alegraré de encontrarme una vez más con esos interventores y apoderados de los partidos políticos. Pasarán horas contribuyendo a la limpieza electoral, dejándose su día de descanso al servicio de todos.

Estos días he vuelto a oir continua y despectivamente aquello de "los políticos", "la clase política", "todos los políticos son iguales". Los medios de comunicación lo han repetido hasta la saciedad. El daño que pueden estar haciendo puede ser profundo. Me aterra la demagogia que encierran esas expresiones.

Pero mantengo toda la esperanza de que, una vez más, la democracia es más fuerte que ningún otro sistema real o imaginario.

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