miércoles, 2 de enero de 2008

Los católicos europeos se frotan los ojos frente a la cruzada de cartón piedra de la jerarquía española

Mientras en España nos vemos obligados a defender los valores laicos del Estado de derecho frente a una jerarquía católica extremista, el nuevo Tratado de la Unión Europea, ahora a ratificación, como ya hacía la Constitución, establece el diálogo estructurado de las instituciones comunitarias con la sociedad civil, incluyendo las iglesias. Uno se pregunta cómo dialogar con la nuestra... Creo sinceramente que los católicos y, en general, los cristianos europeos se frotan los ojos al ver una Iglesia católica en nuestro país gobernada por una mayoría "trentina", profundamente reaccionaria. Lo sé porque bastantes eurodiputados democristianos o socialcristianos me lo han dicho personalmente. No me resisto a dar el ejemplo: Euronews incluye al final de sus informativos una sección titulada "No Comment", recogiendo noticias que hablan por sí mismas, muchas veces por lo que tienen de chocantes, de sorprendentes. La concentración del 30 de diciembre "Por la familia (sic)" ocupó por derecho propio esa sección. Imaginad lo que podrían pensar nuestros conciudadanos europeos al ver esas imágenes: ahí está la España rancia y apocalíptica. Afortunadamente, la mayoría sabe que ese no es el país avanzado que hemos construido, que está a la cabeza de la modernidad europea, aunque les pese a muchos obispos. Es más, estoy convencido de que los católicos europeos repudian esta nueva "cruzada" de cartón piedra...

Europa -incluyendo a los creyentes y quienes no lo son- tiene otra agenda para 2008. Ahí van cinco temas que estarán en sus páginas:

1- conseguir la ratificación del Tratado de Lisboa -hijo de la Constitución Europea de tanto que se le parece en sus contenidos- para que entre en vigor el 1 de enero de 2009;
2- encarar desde un auténtico "interés comunitario" -lejano al "Devuélvanme mi dinero" thatcheriano- el debate sobre los recursos financieros de la UE, ahora que con el nuevo Tratado tendrá más competencias y las ejercerá de forma más democrática y eficaz;
3- diseñar esa "Unión por el Mediterráneo" que fortalezca y profundice el Proceso de Barcelona;
4- afrontar unidos la situación de Kosovo, aprendiendo de los errores del pasado, es decir, descartando reconocimientos unilaterales que, más que ayudar a solucionar los problemas, los complicarían;
5- conformar el Grupo de Sabios sobre el futuro a largo plazo de la UE presidido por Felipe González.

Hemos entrado en 2008 con 24 países europeos compartiendo Schengen y alcanzando el número de 15 estados que tienen en el euro su moneda común. Un excelente prólogo ciudadano para seguir avanzando.
Pero lo mejor sobre el debate europeo lo tendremos en España a finales de año, cuando se celebre en nuestro país -tal y como decidió la Presidencia del PSE, de la que formo parte, en su reunión de noviembre en Sofía- el Consejo del Partido Socialista Europeo que aprobará el Manifiesto programático para las elecciones europeas de 2009. Un ejemplo más, sin duda importante, de que en efecto, con el PSOE España ha vuelto al corazón de Europa.

1 comentario:

María Muga dijo...

A muchos cristianos de base se nos ponen los pelos de punta con ese derroche de jerarquía, poder, masculinidad mal entendida, derecha y exclusión del otro. La pena es que los que trabajan en muchas ciudades codo a codo con otras organizaciones de la sociedad civil en movimientos de solidaridad, pacifistas y progresistas, con un trabajo ideológico serio, se deprimen. Cada vez somos más los cristianos que queremos una iglesia a la que se trate como a cualquier otra entidad privada, en un Estado laico. Y estas voces no se escuchan mucho.