Congreso del PSM: merece la pena ser socialista y ser madirleño

Esta mañana ha terminado el Congreso Extraordinario del Partido Socialista de Madrid (PSM), en el que he tomado parte como delegado de mi Agrupación, Arganzuela, una de las que cuenta con mayor número de militantes de la capital de España.

Han sido dos días intensos y positivos. No solo porque hemos cerrado una difícil crisis que ha durado dos meses, tras la derrota electoral del 27 de mayo, sino ante todo porque, de una forma democrática, pluralista y serena, hemos abierto una nueva etapa en el socialismo madrileño que, estoy convencido, la ciudadanía de nuestra Comunidad sabrá apreciar y valorar positivamente.

Me siento profundamente satisfecho por cómo ha transcurrido el Congreso y por sus resultados.

Creo que tanto el nuevo Secretario General, Tomás Gómez, como la Comisión Ejecutiva Regional -empezando por su Presidenta, Delia Blanco, y su Secretario de Organización, Francisco Pérez-, estarán a la altura de lo que demanda la ciudadanía progresista de la región y exige la realidad objetiva de la Comunidad: una alternativa socialista bien construida al Gobierno de la derecha, tanto en la Puerta del Sol como en la Plaza de la Villa.

Han sido dos los retos que se ha marcado pública y formalmente Tomás Gómez: que el PSM-PSOE sea la primera fuerza política de Madrid en las elecciones generales de marzo de 2008 y doblar el número de afiliados al Partido. Son compromisos que habrá que alcanzar, trabajando a fondo para conseguirlo.

Me siento orgulloso de ser madrileño, como puede estarlo un andaluz, un catalán o un vasco de su Comunidad respectiva. Aquí he nacido y aquí vivo.Esta región tiene los mismos derechos y deberes que cualquier otra de las que conforman España en absoluto pie de igualdad.

Por eso, el PSM tiene que ser capaz de ofrecer un modelo de región distinto al de la desigualdad y la falta de cohesíón que representan Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón y también tener su propia palabra en el proyecto nacional que queremos construir los socialistas, encabezados por José Luis Rodríguez Zapatero -que ha clausurado este Congreso, sin duda extraordinario, como él ha dicho, con una excelente intervención-, con la gran mayoría de los ciudadanos de España.

Como vengo haciendo con fuerza desde hace años, voy a seguir poniendo mi granito de arena al trabajo de los socialistas madrileños como eurodiputado: presentando preguntas parlamentarias, promoviendo peticiones ciudadanas, impulsando delegaciones de eurodiputados, luchando contra el urbanismo salvaje, defendiendo la salud de la gente, denunciando los incumplimientos de la ley europea por el PP en los gobiernos regional y municipales, explicando en todo tipo de actos Europa y el papel de nuestra Comunidad en su contrucción, llevando en todo lo que me corresponda y pueda la voz del pueblo de Madrid a las instituciones europeas.

Ha sido un buen Congreso, con un ambiente excelente, en el que he sentido el calor fraternal de cientos de compañeras y compañeros. Estrechar fuerte la mano o besar con cariño a tu gente son actos sencillos pero al tiempo profundos y emocionantes.

Merece la pena ser socialista y ser madrileño. Es lo aseguro.