lunes, 5 de febrero de 2007

Una esperanza llamada Merkel, Holanda, teatro y cine

Andreu Missé firmo ayer un gran artículo sobre la canciller Ángela Merkel en El País. Su lectura no defrauda a quienes esperamos que Berlín juegue a fondo su potencia política, su fuerza económica y su convicción europeísta para contribuir a sacar a la UE de su crisis. La solidez del gobierno federal de coalición alemán es clave en ese sentido.

Merkel habla de muchas cosas en su artículo, pero yo me quedo con dos: una, su apuesta decidida por sacar adelante la Constitución Europea, manteniendo su sustancia; otra, la necesidad de hacerlo -en ese como en otros temas- no en solitario, sino contando con la alianza de países que comparten similares objetivos.

Supongo que a los amigos del PP español no les habrá gustado mucho, pero Merkel alaba la pujanza económica de España, su compromiso internacional y su importante presencia en el proceso constitucional: "Veo en España a un aliado, porque las españolas y los españoles han dicho sí al Tratado Constitucional. Eso queremos respetarlo. El Tratado Constitucional ha sido ratificado por 18 de los 27 Estados miembros, lo cual aumenta nuestra responsabilidad de gestionar su sustancia con el máximo celo y cuidado. En el Consejo Europeo del mes de junio Alemania tratará de presentar un calendario para un intento de solución. Si de aquí a las próximas elecciones al Parlamento Europeo en el año 2009 no logramos llevar a buen puerto la reforma iniciada, nos encontraríamos ante una omisión histórica".

Es bueno que a veces vengan de fuera para recordarnos el trabajo bien hecho. ¿Cuántas veces se ha olvidado o incluso minusvalorado aquí nuestro referéndum sobre la Constitución Europea? Demasiadas.

El programa de Merkel tiene optimismo y realismo. Compromiso, al fin y al cabo. Por eso es una feliz coincidencia que encabece al tiempo la UE y el G-8.

Merkel es una esperanza.

Se va a formar gobierno de coalición entre la derecha y los socialdemócratas en Holanda. Estoy deseando ver su programa respecto al futuro de Europa y, en se marco, de lo que hay que hacer sobre la Constitución rechazada en referéndum en ese país.

Una más: este fin de semana he ido al teatro para ver "Closer" y al cine para ver "El laberinto del fauno". Ha merecido la pena, ambas son excelentes.

Mi chica y yo hemos comentado el domingo por la noche algo evidente: ¡qué sola está la derecha española en relación al mundo de la cultura! Se lo han ganado a pulso.

No hay comentarios: