Un año después del sí de España en referéndum a la Constitución Europea

El 20 de febrero de 2005, España celebró el primer referéndum sobre la Constitución Europea en un país de la Unión. El resultado fue abrumador (casi un 77 % de síes) y la participación muy digna (42 %, 15 millones de votantes). Después vinieron los noes de Francia y Holanda y el sí de Luxemburgo. A fecha de hoy, 14 socios comunitarios (el último, Bélgica) han ratificado la Euroconstitución: en ellos vive la mayoría absoluta de la población de la Unión. Comienza también el Período de Reflexión y Debate que nos debería llevar, como dice el PE, a que esa Carta Magna estuviera en vigor, como muy tarde, en 2009. De lo contrario, seguiremos pagando el coste de la no-Constitución.

A estas alturas, el contexto político permite afirmar que la Constitución Europea vuleve a estar encarrilada. Habrá que esperar a 2007 para tomar las decisiones que permitan su aprobación definitiva, pero no esperar sentados, sino empujando con fuerza en ese sentido.
Algunos, sin embargo, siguen afirmando que la Constitución está muerta. Yo opino todo lo contrario. Pero sí tengo muy claro que habría fallecido si hace un año España no la hubiera respaldado en referéndum. Imaginemos que se hubieran celebrado solo tres consultas: Francia y Holanda, con el no; Luxemburgo, con el sí. No habría sobrevivido. Eso fue lo magnífico de nuestro referéndum y la importancia de que fuéramos los primeros en celebrarlo.
Un último apunte: no me gustan los tópicos, pero a veces son tozudos. Leo la prensa, escucho la radio, veo la televisión y compruebo que, salvo honrosas excepciones, los medios pasan totalmente de cualquier referencia al referéndum. ¿Será verdad que en España seguimos considerándonos a nosotros mismos el último de la fila y minusvalorando lo que hacemos bien, como es el caso? La gente ya no piensa así, muchos formadores de opinión sí. Subo al avión, sobrevuelo este país nuestro, tan veterano, tan joven, nuestra habitación en la casa común europea. ¡Esos que no se acuerdan del referéndum en los medios son unos tristes o, mejor aún, unos cenizos! El asistente de vuelo de IBERIA me ofrece El Universal, el periódico que edita la compañía con carácter gratuito, porque luego te cobran el bocata a precio de oro. ¡Anda, aquí sí viene lo del referéndum! Si estuviera a la venta en los kioscos, sería mi periódico de cabecera.