lunes, 18 de octubre de 2010

Los aprendices de brujo y sus conjuros sobre Obama y Zapatero

Parece que las elecciones legislativas y de gobernadores que tendrán lugar el 2 de noviembre en Estados Unidos pintan mal para el Partido Demócrata. Rápidamente infieren que estaríamos hablando de la derrota del Presidente Obama a medio mandato, con la vista puesta en los comicios presidenciales de 2012. No digo yo que una cosa y otra estén faltas de relación, evidentemente, ni tampoco que un mal resultado ahora no sea un mal presagio para la reelección del Sr. Obama.

Pero, dicho eso, no deja de sorprenderme la facilidad con que ciertos analistas despachan de un plumazo los logros del Presidente norteamericano en estos casi dos años de ejercicio, minimizándolos. Y hablo de analistas progresistas, inclinados al lado demócrata. La reforma sanitaria, las decisiones respecto a la educación, la salida de Irak o la respuesta frente a la crisis parecen, a ojos de aquellos, cosas menores o, como máximo, templadas.

Es curioso observar cómo muchos medios de comunicación no llegan a darse cuenta de la magnitud de la crisis económica y financiera por la que hemos pasado y pasamos todavía. El mundo desarrollado no ha sufrido una gripe. No. Ha estado al borde del abismo, sencillamente. Y, con muchos esfuerzos, nos hemos alejado lo suficiente de él para adoptar decisiones de calado que nos eviten sufrir en el futuro situaciones parecidas.

Decisiones de calado en Estados Unidos, en Europa, en España. Buenas decisiones, que no buscan solo la gestión de lo existente, sino su modificación. Ahí están acuerdos como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, el Marco Europeo de Supervisión Financiera, la Estrategia Europea de Crecimiento y Empleo 2020 o las propuestas de tasas sobre la banca y las transacciones financieras internacionales, todo ello inimaginable hasta hace poco tiempo todavía.

Demasiado me recuerda a mí lo que se escribe del Sr. Obama y lo que se escribe del Presidente Rodríguez Zapatero. Casi se les da por finiquitados a pesar de todo lo bueno que han promovido y cuando quedan todavía muchos meses para la reválida en las urnas.

Que lo haga la gente de derechas –allí o aquí- es lógico. Que lo haga la gente progresista –aquí o allí- es suicida. Porque lo que vendría detrás, en los dos sitios, no es cualquier cosa, sea té o café.

Mejor les valdría a algunos dejar de jugar al alquimista impaciente. O, por lo menos, hacerlo en su propio laboratorio, para no chamuscarnos a los demás.

Quizá, en fin, por todo lo dicho, me encantó escuchar al Sr. Zapatero afirmar ayer que aún queda año y medio para las elecciones generales y vaticinar que dará la vuelta a las encuestas. Que no le busquen sucesor tan rápido, hombre.

1 comentario:

Jorge Juan Morante dijo...

Yo espero que esos analistas se equivoquen para que Obama pueda completar su programa de reformas en EEUU.

Un saludo,

Jorge Juan