lunes, 31 de mayo de 2010

El bosque del gobierno económico europeo: mi artículo en Diario Crítico


El bosque del gobierno económico europeo

Carlos Carnero

No es fácil escuchar entre tanto ruido como el que nos aturde estos días. Pero merece la pena hacerlo con atención cuando lo que se dice tiene calado y afecta a nuestra vida cotidiana, mostrando dos caras de la misma moneda.

Me ha pasado esta mañana con la intervención del Presidente Rodríguez Zapatero ante las delegaciones de los parlamentos nacionales y el europeo reunidas en Madrid para abordar el momento de la Unión.

Zapatero ha dibujado lo que sin duda será la aportación más relevante del semestre español al frente de la UE: haber puesto las primeras piedras del imprescindible gobierno económico europeo.

Sí, porque frente a la crisis económica y financiera originada en los Estados Unidos, Europa ha respondido tomando decisiones que perfilan tal gobierno, precisamente lo que nos falta para ser una unión política plena tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa.

Hemos ido plantando ya algunos árboles de gran calibre, como el el Mecanismo de Estabilidad Financiera que nos permitirá responder a situaciones de desequilibrio que afecten a socios de la zona euro y comprometan a su conjunto.

Y otros de gran importancia están de camino: la reglamentación de la supervisión y regulación financiera, la adopción en junio de la Estrategia de Crecimiento y Empleo 2020 y las propuestas sobre el sistema financiero internacional que la Unión llevará a la Cumbre del G-8 en Toronto este verano.

Todo ello culminará en su momento con las propuestas encargadas al Grupo de Trabajo encabezado por Herman Van Rompuy sobre cómo reforzar el gobierno económico de la eurozona.

Estamos hablando, pues, de árboles que configuran un bosque y que no nos pueden impedir verlo, porque no se trata de medidas aisladas o inconexas, sino de un esfuerzo por hacer frente a la crisis en tiempo real y dejar sentado un método y unos instrumentos para maximizar el éxito que representan tanto el euro como el mercado único.

Ante el euroescepticismo ramplón abrazado por algunos (que olvidan lo que la construcción europea significa o, sencillamente, nunca lo han entendido) y el “euroescepticismo proeuropeo” (todo lo que se hace es insuficiente o equivocado, ¡la Unión se hunde, el euro desaparece!) aplicado por otros, ver y tocar los pasos hacia adelante no está de más.

Y en este caso no está de menos, porque ese bosque del gobierno económico está llamado a darnos protección frente a muchos, incluidas las manadas de lobos de los especuladores financieros.

(Enlace al artículo)

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