Miguel Hernández vuelve a impresionarme de la mano de Serrat

Imposible definir con palabras el impacto de emociones que me ha provocado escuchar el último disco de Joan Manuel Serrat, "Hijo de la luz y de la sombra", con poemas de Miguel Hernández.

También imposible seleccionar las mejores canciones, los mejores poemas.

Hay momentos sencillamente impresionantes. Como cuando "Uno de aquellos" -que el poeta dedicó a lo héroes de las Brigadas Internacionales- dibuja "tu majestad de árbol que abarca un continente" o como cuando la "Canción del esposo soldado" anuncia que "para el hijo será la paz que estoy forjando".

Emoción, memoria histórica, libertad, democracia, independencia nacional, solidaridad, clase obrera, amor, cariño... Tantas y tantas cosas que nunca perecerán.

Lo escucharé mil veces y en cada una descubriré algo nuevo que me hablará de donde vengo.