PSOE y PP frente a las elecciones europeas: manos a la obra frente a un personaje en busca de autor

Los medios de comunicación dedican estos días un cuantioso espacio a analizar los diferentes procesos electorales que tendrán lugar en 2009: elecciones gallegas, vascas y europeas.

En el último caso, se centran particularmente en las dificultades públicas y notorias por las que pasa la designación del cabeza de lista del PP, cuando el PSOE ha decidido hace tiempo la persona que pilotará su candidatura europea: Juan Fernando López Aguilar.

Sin duda, las elecciones europeas tendrán una lectura política de ámbito nacional. Es lógico, porque probablemente culminen una triple derrota del PP, lo que pondría en serias dificultades la estabilidad del liderazgo de Mariano Rajoy.

Pero, más allá de la importancia innegable de ese hecho, creo que es preciso hacer un esfuerzo para que los comicios al Parlamento Europeo permitan promover un amplio debate ciudadano sobre el presente y el futuro de la UE.

Para ello sería necesario que las diversas formaciones que concurrirán a las urnas hagan dos esfuerzos: llevar a cabo una campaña centrada en asuntos comunitarios -mostrando las coincidencias entre izquierda y derecha- y presentar un programa con contenidos de sus partidos en el nivel europeo.

El PSOE está en condiciones de hacer correctamente las dos cosas: tiene una trayectoria nítidamente europeísta y el Partido Socialista Europeo ha aprobado en Madrid recientemente un Manifiesto Electoral lleno de propuestas innovadoras.

El excelente candidato que es López Aguilar -buen conocedor de los temas europeos- puede encarnar ese programa y realizar una campaña que sirva para conseguir de nuevo una mayoría socialista y, globalmente, un aumento de la participación.

Si revertimos la tendencia abstencionista registrada en las últimas elecciones europeas habremos alcanzado el objetivo de reforzar al Parlamento Europeo, a la UE y a nuestro país en su seno.

Algo esencial, porque España presidirá la UE con Zapatero en el primer semestre de 2010, con acontecimientos tan claves como al primera Cumbre con Obama o, previsiblemente, la entrada en vigor del Tratado de Lisboa.

Por eso es lógico que el PSOE se haya puesto ya manos a la obra mientras el PP busca todavía un personaje y un autor.