martes, 5 de febrero de 2008

"Motives for believing" o lo que va de Zapatero y Rajoy a Clinton/Obama y McCain

Michael Tomasky, Director de su edición América, publica hoy en The Guardian un excelente artículo de fondo sobre las primarias norteamericanas. Más allá de la imagen, de lo superficial, de "supergirls" o "superboys", Tomasky plantea dos tesis: una, que nunca había habido una carrera tan interesante y reñida como esta, quizás con la excepción de 1924, cuando el Partido Demócrata no llegó a un resultado hasta la votación 101 en su Convención; dos -y esta es la importante-: que lo que está dilucidándose en estos momentos no es únicamente qué candidato presentarán a las elecciones los Demócratas o los Republicanos -con ser fundamental-, sino en el fondo si los electores norteamericanos votarán en noviembre no solo por acabar con la incompetencia (ampliamente demostrada por el Presidente Bush), sino por poner término a una época de hegemonía ideológica conservadora durante buena parte de los últimos 25 años, más allá del paréntesis de las presidencias de Bill Clinton, que gobernó muy moderadamente. Es decir, si apoyarán la continuidad del conservadurismo con McCain o preferirán un cambio (esta es la palabra clave) encarnado por Clinton o por Obama. Da la impresión de que los Demócratas dominan hoy tan abrumadoramente la escena política y mediática con la pugna Hillary-Barack que en otoño ganarán la Casa Blanca de calle. Pero eso no está escrito. De ahí que lo esencial sea su capacidad aquellos para, una vez decidida la candidatura, volcar el impulso de cambio respecto a Bush en un ansia de cambio respecto al conservadurismo en términos globales. En ese caso, el liberalismo -aquí diríamos progresismo- habrá recuperado el poder y se abrirán importantes expectativas para los Estados Unidos, Europa y el resto del mundo. Hacer comparaciones es odioso, pero saltan rápidamente a la vista: en España nos jugamos dar continuidad al progresismo, liderado por Zapatero, o devolver la hegemonía al conservadurismo y... a la incompetencia, vía Rajoy. Esa es la dicotomía del 9 de marzo, ninguna otra. Por eso los socialistas seguimos con gran interés las primarias demócratas, hablamos de ellas, incluso somos clintonianos u obamianos, pero en el PP callan y, con ello, hablan, porque Rajoy se parece mucho a McCain pero, sobre todo, a Bush. Aquí el cambio ya está en marcha, ahora se trata de darle continuidad. Motivos para creer, "motives for believing".

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