Líbano tiene derecho al futuro

En 2005 viajé varias veces al Líbano, en tanto que Presidente de la Delegación de Observadores del Parlamento Europeo en las elecciones generales que tuvieron lugar en ese país entre mayo y junio de ese año.

Para mi fue una experiencia excepcional, de la que saqué un conclusión muy clara: después de tantos años de guerras y de sufrimientos, el Líbano tenía futuro. Lo sigo pensando.

Sin embargo, muchos pretenden truncar la reconstrucción política y económica del país. Ahí está la brutal agresión israelí del verano pasado para demostrarlo.

Y ahora la irresponsable actitud de la oposición, que está incitando los enfrentamientos que ya han causado varios muertos.

Hoy se ha decretado el toque de queda, el mismo día que la Conferencia de París ha mostrado el compromiso de la Comunidad Internacional -España incluida- para ayudar al Líbano financieramente.

Se puede criticar a un gobierno, pero no tratar de derribarlo por la fuerza.

El Primer Ministro Sinora, al que he conocido personalmente, es un hombre honesto y serio, que ha propuesto el consenso para garantizar la estabilidad, la democracia y la independencia del Líbano.

Tenemos que apoyarle. A él y a hombres como Saad Hariri y Walid Jumblatt. Al tiempo, hemos de demandar a Heabollá y Amal que abandonen la política de la confrontación y actúen de manera responsable y patriótica, pensando en su pueblo y no en intereses de terceros.

El Líbano tiene derecho al futuro.