miércoles, 27 de septiembre de 2006

Promover la inmigración legal

El Pleno del Parlamento Europeo aborda hoy su debate anual sobre los avances en el espacio de libertad, seguridad y justicia. Uno de los principales asuntos será, sin duda, el de la inmigración.

Lo ocurrido en la frontera europea española, italiana y maltesa este verano, es decir, el drama humano de miles de personas tratando de escapar de la miseria jugándose literalmente la vida en el mar, ha sacudido a la opinión pública y movilizado a los gobiernos a fin de combatir la inmigración ilegal.

El Gobierno español lo está haciendo bien, porque actúa con un policy-mix equilibrado (control de fronteras, colaboración de la Unión, repatriación respetuosa con la ley, cooperación al desarrollo) y centrado en la defensa de principios y derechos incuestionables para la democracia.

Por mi parte, creo que ha llegado la hora de afrontar la inmigración ilegal promoviendo la legal. Me explico: en realidad, la mejor manera de vaciar de sentido a las mafias y responder a las ambiciones de quienes desean encontrar un nuevo futuro a corto plazo, contribuyendo al desarrollo de los países de destino, es fomentar un flujo organizado de inmigrantes.

Para eso hace falta una política europea común, lo que exigiría un nuevo marco constitucional. Si llega a existir, seguirá habiendo inmigración ilegal durante un tiempo, pero cada vez será menor.

¿Por qué no dedicamos parte de nuestro esfuerzo a alcanzar ese objetivo? Tenemos sobradas razones para hacerlo.

El Pleno del Parlamento Europeo aborda hoy su debate anual sobre los avances en el espacio de libertad, seguridad y justicia. Uno de los principales asuntos será, sin duda, el de la inmigración.

Lo ocurrido en la frontera europea española, italiana y maltesa este verano, es decir, el drama humano de miles de personas tratando de escapar de la miseria jugándose literalmente la vida en el mar, ha sacudido a la opinión pública y movilizado a los gobiernos a fin de combatir la inmigración ilegal.

El Gobierno español lo está haciendo bien, porque actúa con un policy-mix equilibrado (control de fronteras, colaboración de la Unión, repatriación respetuosa con la ley, cooperación al desarrollo) y centrado en la defensa de principios y derechos incuestionables para la democracia.

Por mi parte, creo que ha llegado la hora de afrontar la inmigración ilegal promoviendo la legal. Me explico: en realidad, la mejor manera de vaciar de sentido a las mafias y responder a las ambiciones de quienes desean encontrar un nuevo futuro a corto plazo, contribuyendo al desarrollo de los países de destino, es fomentar un flujo organizado de inmigrantes.

Para eso hace falta una política europea común, lo que exigir ía un nuevo marco constitucional. Si llega a existir, seguirá habiendo inmigración ilegal durante un tiempo, pero cada vez será menor.

¿Por qué no dedicamos parte de nuestro esfuerzo a alcanzar ese objetivo? Tenemos sobradas razones para hacerlo.

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