La delegación de PETI confirma el desaguisado de la M30
El pasado lunes Proinsias de Rossa y Margrete Auken presentaron en la Comisión de Peticiones (PETI) las conclusiones del informe que han realizado tras su visita a Madrid como integrantes de la delegación que envió el Parlamento Europeo (PE) a supervisar las obras. Dejaron meridianamente claro que no cuela el absurdo de que se trata de una calle; es más, incluso destacaron que ni siquiera se han retirado los carteles de autopista tras el cambio de denominación. Para ellos no se trata de un problema semántico, es un problema de falta de respeto de la legislación europea, que redunda en perjuicio para los madrileños.
Proinsias hizo un ejercicio de pragmatismo intentando promover soluciones que corrijan los efectos nocivos de las obras, antes de que se tenga que pronunciar el Tribunal de Justicia europeo.
Sin embargo, Carlos Iturgaiz dejó muy claro cual es la actitud del PP en este caso, que se parece mucho a la que ya tuvieron en el caso del Prestige: negar la mayor, echarle la culpa a los socialistas y escurrir el bulto. Es cuanto menos curioso ver que el Partido Popular Europeo (PPE) disponía de una plaza en la Delegación que prefirieron dejar vacante y tan solo un diputado del PP nos acompañó a ¡una reunión!
Creo que ha quedado claro que lo que tiene que hacer el alcalde es corregir profundamente la obra para atenuar sus efectos nocivos en la medida de lo posible, sobre todo en lo que se refiere a tres asuntos: las chimeneas, el río Manzanares y los espacios verdes. Lo más importante aquí es la salud y bienestar de los madrileños.
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