Van vencidos y llevan la victoria.

Por muy poco, poquísimo, pero perdió. Perdió Trinidad Jiménez (que, sin embargo, venció en decenas de agrupaciones y, todavía más importante y representativo, en Madrid ciudad) y ganó Tomás Gómez.

Congratulaciones y suerte para el vencedor, porque le va a hacer falta. Ahora su reto solo puede ser uno: ganar a Esperanza Aguirre, medida real de su triunfo.

Muchos análisis se han hecho. Uno de ellos, como en otras ocasiones, me parece especialmente interesante: el de Rodolfo Irago en la SER.

En todo caso, felicitaciones para todo el equipo de Trinidad Jiménez por su excelente trabajo, a sus más de 7.000 electores y, sobre todo, para ella, que ha hecho una campaña ejemplar: limpia, respetuosa, propositiva.

Me acuerdo en estos momentos de una frase de Max Aub, que me reconforta: van vencidos y llevan la victoria.