...mientras a Trinidad Jiménez le anulan avales ¡por faltar la letra del DNI, ausencia de un apellido o porque uno de ellos era ilegible!

Dicen las crónicas de El País o de El Mundo que la Comisión Regional de Garantías cdel PSM le ha anulado hasta 450 avales a la candidatura de Trinidad Jiménez por faltar la letra del DNI (¡ni que fueran Hacienda!), porque faltaba uno de los dos apellidos (¡parecen el registro civil!) o porque uno de ellos estaba mal escrito (¡con la Real Academia de la Lengua hemos topado!).

En fin, que tras el susto de comprobar que Trini superaba los 6.000 avales -cuando los de Tomás Gómez auguraban todavía hace algunos días que ni siquiera alcanzaría el mínimo necesario para ser proclamada candidata-, a alguien no se le ha ocurrido otra idea para ganar pírrica y escasamente, por cierto, la contienda de los avales que acudiendo a los métodos administrativos más vetustos. O sea, lo que han hecho los aparatos de toda la vida.

Esfuerzo tonto y baldío, porque aún con las anulaciones citadas -que son de sonrojo y delatan de forma evidente su intención hasta hacerla torticera- Trini ha demostrado lo esencial: que aquí, candidata o candidato de las bases es quien deciden las propias bases y no quien se autoproclama como tal de forma excluyente.

Las ensoñaciones de alguno durante el largo y cálido verano se evaporan ahora que llega su otoño (he salido poeta, parece) y se acerca el momento en que la decisión final se tomará en voto secreto.

Da la impresión de que Trini gana apoyos cada día que pasa, mientras que Gómez los pierde. Y que, a fecha de hoy, las cosas empiezan a estar claras: los socialistas derrotarán a la Esperanza Aguirre de los servicios mínimos abusivos en la huelga general contra el gobierno sociaista con Trinidad Jiménez de candidata, de candidata de las bases.