Miguel Núñez: se va mi amigo

Recibo la noticia del fallecimiento de Miguel Núñez, histórico dirigente comunista y resistente antifascista, con un profundo dolor.

Tuve el honor de trabajar con Miguel durante buena parte de los años 80 y 90 en el campo de la política exterior y la solidaridad internacional.

Su inteligencia, su formación, su generosidad, su tranquilidad, su compromiso, su simpatía, su humor, han sido para muchos de nosotros un regalo inolvidable que se quedará en nuestra mente y en nuestro corazón para siempre.

Sus historias de cárcel, de clandestinidad, de lucha, permanecerán en mi recuerdo relatadas con la sencillez que solo una gran persona posee.

En los momentos difíciles nunca tuvo dudas de acompañarnos, de acompañarme. Para mi, su figura se transmuta en una voz cálida y un brazo generoso por encima del hombro.

Solía decir que los camaradas te los elige el partido, pero que los amigos los eliges tú mismo. Fui su amigo. Qué más puedo pedir.

En tiempos en los que la frivolidad campa demasiado por la política, se han ido tantos ya con una estatura tan grande e irrepetible que uno empieza a sentir el vértigo de buscarlos y no tenerlos a mano, lamentando no haberles dedicado tantas horas como su historia merecía.

Adiós, Miguel, mi amigo.