miércoles, 22 de octubre de 2008

Zapatero debe estar en la cumbre de Nueva York para que la voz progresista se oiga con fuerza en la solución a la crisis

Zapatero debe participar en la Cumbre de Nueva York para que la voz progresista se oiga con fuerza en la solución a la crisis económica y financiera.

Así lo defiendo en un artículo que publico en Nueva Tribuna, una vez que la Administración Bush ha decidido un formato de reunión que excluye a nuestro país, que es apoyado en su empeño de asistir por Sarkozy, Brown o Durao Barroso.

He aquí las razones para que España participe expuestas en mi artículo:

La conferencia internacional (al paso que vamos, me dan ganas de llamarla la "madrede todas las cumbres", la verdad sea dicha) que abordará en noviembre la crisis financiera puede salir bien o mal, como todas las reuniones, por supuesto.

Pero, desde mi punto de vista, para establecer si sus resultados han sido positivoso negativos no bastará en fijarse en su capacidad para acordar medidas de choquefrente a las turbulencias generadas por la irresponsabilidad y la avaricia de unospocos-muchos -no hay contradicción entre las dos palabras juntas, en este caso-, si seguimos con la terminología luterana que se está imponiendo en algunos discursos.

No. El balance será suficiente si los responsables -me gusta más que líderes- que sesienten en torno a la mesa toman decisiones para reformar el sistema global y nosolo para frenar el arrastre al abismo de su sector financiero contaminado.

Siguiendo las ideas de Jeffrey Sachs en The Guardian y -modestamente- mi artículodel lunes en El País, apunto cuatro grandes temas que deben ser incluidos en la agenda:

1- transformar el FMI en una entidad global de crédito en caso de crisis como últimorecurso de seguridad, para lo que sería preciso fomentar el establecimiento de una Tasa Tobin que genere los fondos necesarios a tal efecto, eso sí, gestionados deforma democrática, transparente y multilateral;

2- convertir el Banco Mundial en un instrumento para la financiación del desarrolloen los países del Tercer Mundo, a partir de tal Tasa Tobin y del dinero puesto adisposición por los estados miembros del Norte, de forma que contribuya eficazmente a alcanzar los Objetivos del Milenio fijados por las Naciones Unidas;

3- integrar plenamente en las soluciones a esta crisis la lucha contra el cambioclimático: ¿no sería más sencillo crear un impuesto mundial sobre el uso decombustibles fósiles a la vista de que el farragoso sistema de comercio de emisiones en vigor no nos lleva a ninguna parte definida?;

4- aprovechar la ocasión de tener reunidos a los grandes contendientes para impulsarla conclusión de la Roda de Doha para el Desarrollo lanzada hace años por la OMC, hoy que está más claro que nunca que la economía real debe primar sobre lafinanciera.

Tales decisiones serán posibles, quizás, gracias al empuje de la UE y a la victoriade Obama. Para ello es imprescindible que en la Cumbre participen los países de mayor peso económico y de mayor impulso político, como España.

Por eso es correcta la posiciónde Zapatero de exigir la participación de nuestro país en la reunión. España es una de las principales economías mundiales y representa un punto de vistaprogresista que tiene que hacerse oir en esa Cumbre. En mi opinión, quizás esteúltimo elemento sea el clave para nuestra presencia en el encuentro.

Sea como sea, está claro que Zapatero y Brown han encabezada la acción europea enesta crisis, como han reconocido muchos, empezando por Sarkozy, Barroso o el PartidoSocialista Europeo.

Conseguir, pues, la participación española no es solamente un asunto de pura lógicani es una cuestión de prurito nacional. Es conseguir que la voz progresista se oigacon fuerza donde se toman las decisiones.

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