De Sarah Palin a Aznar o el horror republicano a Europa

Leo en The Guardian que Sarah Palin tratará en estos días de superar la imagen de su inexperiencia internacional aprovechando la celebración en Nueva York de la Asamblea General de Naciones Unidas. Con ese motivo, se reunirá con decenas de jefes de estado y de gobierno de todo el Mundo... excepto de Europa. En su agenda figuran Karzai, Uribe, Talabani, Saakashvili, Yuschenko, Singh y muchos más, pero ningún dirigente de los socios de la Unión Europea. Puede deberse a dos razones: una, que la mayoría de ellos no encuentra motivo para entrevistarse con la Sra. Palin y hacerle el caldo gordo electoral (¡por favor, que llamen a Aznar!); otra, que el Partido Republicano considera que dar una imagen europea -como hizo el Sr. Obama hace unas semanas- es contraproducente para conseguir el apoyo de los votantes. En cualquiera de los casos, lo que queda claro es que un cambio de ciclo en la Casa Blanca pasa por el candidato demócrata y no por el Sr. McCain, que sería más de lo mismo, personalmente o a través de su Vicepresidenta. Por cierto, es sumamente curioso -si no fuera cínico- que los encuentros de la Gobernadora de Alaska se celebren aprovechando la Asamblea de un organismo tan útil como la ONU, que, eso sí, George Bush ha tratado de cortocircuitar hasta la extenaución. Para poner la guinda al pastel, la Sra. Palin sí ha incluido en su lista de interlocutores a un estadista como Henry Kissinger. De Chile a Alaska va un solo paso.