¡Descansa en paz, Bronislaw!

Ayer por la noche recibí en Madrid la terrible noticia del fallecimiento de mi amigo y colega eurodiputado Bronislaw Geremek. Europa pierde una figura insustibuible por su talla humana, su compromiso político y su capacidad intelectual. A lo largo de esta legislatura había trabado una fuerte amistad con él, hasta el punto de haber publicado conjuntamente artículos en El País. También en ese periódico escribí un artículo en torno a una de sus últimas batallas, en este caso contra la Ley de Lustración de los gemelos Kaczynski, que ganó en favor de la ciudadanía de su país. La última vez que hablamos fue en Estrasburgo, el jueves pasado. Preparábamos ahora conjuntamente una audición del Parlamento Europeo en octubre sobre la participación ciudadana en la UE. Se va alguien insusitituible. Los años que en la edad nos separaban no eran nada comparados con nuestra coincidencia de pensamiento. ¡Descansa en paz. Bronislaw!