Evitar que las próximas europeas se conviertan en un iceberg
La Fundación Alternativas ha organizado hoy en Madrid un desayuno de trabajo con el Diego López Garrido, Secretario de Estado para la UE, sobre la perspectiva de la Presidencia española de la Unión durante el primer semestre de 2010. Ha sido, sin duda, una interesante sesión de trabajo en la que hemos tomado parte, entre otros, responsables políticos, periodistas y profesores universitarios. Como era de imaginar, el futuro del Tratado de Lisboa ha centrado buena parte de los debates, en los que también han estado presentes temas tan candentes como la Directiva de Retorno.
En ese encuentro, como por la tarde en Bruselas en las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, he tomado la palabra pasa señalar mi preocupación por conseguir que las elecciones a la Eurocámara de junio de 2009 sean afrontadas adecuadamente por las fuerzas políticas europeístas, sabiendo que en ellas nos jugamos mucho y que tendremos que hacer frente con éxito, primero, a la amenaza de abstención y, al tiempo, a las crecientes fuerzas euroescépticas que se manifiestan en diferentes estados de la Unión.
El Parlamento Europeo que salga de las urnas deberá contar una clara mayoría dispuesta a profundizar políticamente la construcción europea, desarrollando al máximo el Tratado de Lisboa que, esperemos, esté entonces en vigor. Para ello, es imprescindible que los europeístas reforcemos nuestro trabajo con la ciudadanía, explicando lo que se ha conseguido y lo que falta por alcanzar, no dando nada por supuesto, respondiendo a todos los interrogantes legítimos que las mujeres y los hombres de nuestros países se plantean.
Por eso no basta con buscar una solución al NO de Irlanda al Tratado de Lisboa -que también-, sino de evitar que las elecciones europeas se conviertan en un iceberg al que podemos encaminarnos sin darnos cuenta de la profundidad de los problemas que preocupan y ocupan a la gente en su vida cotidiana y cuya solución requiere más y mejor Europa, no menos ni más débil.
En la izquierda, los socialistas deberemos ser capaces de presentar nítidamente las dos alternativas existentes para gobernar el nuevo ciclo que inciará la UE en un momento de cambio que alcanzará simultáneamente a los Estados Unidos, esperemos que con Obama en la Casa Blanca: contar con una mayoría progresista en las instituciones de la Unión o, como ahora, con una mayoría conservadora.
Ello pasa por ser claros en nuestras propuestas como Partido Socialista Europeo, tal y como refleja ya la Declaración adoptada el jueves 19 de junio por los líderes del PSE y que podéis encontrar en la web que tenéis en este blog como enlace. El PSOE no dejará de seguir contribuyendo a ese esfuerzo
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