Berlusconi contra la igualdad al criticar al Gobierno paritario de Zapatero. ¿Y Rajoy qué dice de la frase de su socio italiano?

Italia ha votado. Silvio Berlusconi, Ginafranco Fini y Umberto Bossi han ganado las elecciones y formarán gobierno por tercera vez en los últimos quince años. Lamentablemente, el campo progresista, refundado política y orgánicamente en el PD de Walter Veltroni, no ha conseguido los resultados deseados, que no pueden ser otros que los que otorgan la victoria en las urnas. Sin embargo, Veltroni ha protagonizado una remontada importante desde los primeros sondeos, todavía más valiosa si se tiene en cuenta que asumía la defensa del Gobierno Prodi, cuya caída había anticipado los comicios.

No es una buena noticia para la Unión Europea, obviamente. Berlusconi ha dado pruebas más que suficientes, como Presidente del Consejo de Ministros, de que su compromiso con el proyecto comunitario es inconstante y débil, sometido siempre a la retórica de sus aliados de la Liga Norte -cuyo programa no apoyaba el Tratado de Lisboa- y coloreado por su frivolidad.

En el Consejo Europeo restamos un gobierno progresista y sumamos uno profundamente conservador. El Partido Socialista Europeo -de cuya Presidencia formo parte- ya ha mostrado su disgusto, como es natural. Y el Partido Popular Europeo su satisfacción. Me gustaría que la explicaran a la opinión pública sin medias tintas: el socio del PP español en Italia es Berlusconi, que lo primero que ha hecho es pronunciar una frase despreciablemente machista al afirmar que Zapatero sabrá en el lío en que se ha metido al formar un gobierno con demasidadas mujeres, que siempre dan problemas... No es solo una broma de mal gusto -que también-, sino un insulto a un valor europeo y democrático fundamental, el de la igualdad. El Presidente del PPE, Martens, ha declarado que está convencido de que la victoria de Berlusconi reforzará los valores de la familia popular en Italia: ¿la descalificación grosera de la mayoría absoluta de la población es uno de ellos?

De estas veremos muchas. Y ninguna deberemos tolerarla. No demonizo el voto de Italia, que se ha expresado libre y democráticamente. Pero tampoco estoy dispuesto a que el voto se utilice como pasaporte para un viaje a cualquier parte.

El PD de Veltroni ha comenzado un camino de vertebración política del amplio campo progresista italiano. Debemos desearle todos los éxitos como parte de una familia en la que los socialistas, los socialdemócratas y los progresistas europeos compartimos valores y objetivos.