Bulgaria, Rumanía y la Constitución Europea

Debatimos hoy en el Parlamento Europeo sobre el ingreso de Bulgaria y Rumanía. La Comisión Europea propone que, con determinadas salvaguardias, se produzca el 1 de enero de 2007. La Eurocámara va a apoyar esa decisión.

A mi me parece bien, porque será bueno para todos los europeos. Pero al mismo tiempo digo que la ampliación debe llevarse al tiempo con más y mejor Europa, es decir, tener en vigor a corto plazo la Constitución Europea.

De lo contrario, seguiremos aumentando el número de habitantes de la casa común europea, pero no haremos lo suficiente para que la convivencia dentro de la misma sea más democrática y más eficaz, lo que a su vez nos impedirá seguir manteniendo la puerta abierta indefinidamente e influir para que el conjunto del barrio, es decir, el mundo, sea mejor.

Por eso hay que evitar seguir pagando el coste de la no-Constitución (basta con ir a los problemas energéticos, la inmigración o la crisis del Próximo Oriente para hacerse una ligera idea del mismo), retomando el proceso iniciado en la Convención y culminándolo como muy tarde en 2009.

España, que cumple veinte años de habitante de la Unión y ha sido el primer país en ratificar la Constitución previo referéndum, tiene un gran papel a jugar. Pero debe hacerlo a todos los niveles y en todos los ámbitos, con confianza en sí misma.

Hemos vuelto a Europa con el Gobierno socialista. Y debemos hacerlo patente todos los días de la semana, evitando caer en actitudes defensivas cuando tenemos tanto que decir en positivo.