tag:blogger.com,1999:blog-19351474611241022402024-03-23T19:17:11.765+01:00Carlos CarneroIdeas de un europeísta en tiempos de cambioCarlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.comBlogger1135125tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-36527862757059207492013-07-27T10:30:00.000+02:002013-07-27T10:30:47.343+02:00Del Consejo Europeo a Túnez, pasando por USA y Mandela: mis últimos artículos y postsAquí tenéis mis últimos artículos y posts:<br />
<br />
- <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/no-busquemos-agua-en-el-e_b_3532543.html">No busquemos agua en el espejismo del Consejo Europeo (El Huffington Post)</a><br />
<br />
- <a href="http://www.esglobal.org/un-parlamento-transatlantico">¿Un Parlamento Transatlántico? (esglobal)</a><br />
<br />
- <a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2013/07/free-free-nelson-mandela.html">Free, free Nelson Mandela (Blog Alternativas en El País)</a><br />
<br />
- <a href="http://m.huffpost.com/es/entry/3657802/">Consenso frente al terrorismo en Túnez (El Huffington Post)</a><br />
<br />
Un recorrido modesto de análisis y propuesta frente a la política de austeridad por la austeridad, en favor de una mayor y mejor relación entre la UE y los Estados Unidos en lo económico y también en lo político, de reconocimiento a la vida de Madiba en su 95 aniversario y de firmeza frente al terrorismo que ya ha segado la vida de dos demócratas en el Túnez.<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-16168710336192467942013-06-22T10:47:00.000+02:002013-06-22T10:47:25.837+02:00"Europa como una gran coalición": mi artículo en El Huffington PostEstos son el <a href="http://m.huffpost.com/es/entry/3364750">enlace </a>y el texto:<br />
<br />
<strong><u>Europa como una gran coalición </u></strong><br />
<br />
<strong><em>Carlos Carnero</em></strong><br />
<br />
<br />
Publicado: 19/06/2013 07:14 <br />
El acuerdo PP-PSOE con motivo del próximo Consejo Europeo es relevante a nivel nacional, pero sobre todo es importante en el ámbito europeo porque subraya la posibilidad y la necesidad de recuperar el gran consenso básico que ha permitido a lo largo de décadas fundar, profundizar y gobernar la UE. <br />
<br />
La necesidad de tal consenso dejó de ser percibida por la derecha europea en el mismo momento en que atisbó la posibilidad de gestionar la crisis de forma que al hacerlo consiguiera imponer sólida y permanentemente sus postulados de desregulación económica y debilitamiento del estado del bienestar como algo incontestable e, incluso, constitucionalizado, válido en cualquier coyuntura económica futura. <br />
<br />
Sin embargo, a estas alturas es evidente que la política de austeridad por la austeridad ha fracasado y que se impone el reequilibrio de la misma con políticas activas de crecimiento y empleo con el objetivo de evitar que la UE siga caminando hacia el abismo. Uno de los mejores ejemplos de esa necesidad perentoria es España, que con su 26% de paro no puede permitirse ni un minuto más apretarse el cinturón si no quiere estrangularse y morir por asfixia. <br />
<br />
El Gobierno (que es quien gira hacia los postulados socialistas, algo que debería percibir más nítidamente que hasta la fecha el electorado progresista) y la oposición lo han entendido y actuado en consecuencia de manera conjunta en el marco en el que las decisiones valen y son eficaces: el europeo. <br />
<br />
En principio, el pacto reforzará a los partidos firmantes, beneficiará a España en Bruselas y, si sus postulados avanzan en las instituciones europeas, nos permitirán recuperar el pulso europeísta que siempre había situado a nuestro país a la vanguardia de la construcción comunitaria, sirviendo una vez más como ejemplo de éxito en el ámbito de la Unión. <br />
<br />
Pero PP y PSOE no deben quedarse ahí, sino empujar para que el Partido Popular Europeo (PPE) y el Partido Socialista Europeo (PSE) retornen al consenso e inviten a hacerlo a empresarios y sindicatos en el terreno de las fuerzas sociales. <br />
<br />
En realidad, la UE siempre ha sido una gran coalición y la demostración de que el bipartidismo bien llevado (es decir, con ánimo de apertura y respeto estricto a las minorías, lejos de tentaciones exclusivistas y manteniendo las diferencias lógicas entre derecha e izquierda) es positivo y no, como algunos plantean, un mal para la democracia nacional y europea. <br />
<br />
Y, desde luego, necesario para culminar la unión política federal europea a la que aspiramos y de la que una unión económica orientada a garantizar el modelo social que nos caracteriza sería un componente imprescindible.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-13633085232243859662013-06-22T10:39:00.001+02:002013-06-22T10:40:21.855+02:00"De Turquía, Bruselas y la democracia": mi post en el Blog Alternativas en El País<a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2013/06/de-turquia-bruselas-y-la-democracia.html">Enlace</a> y texto:<br />
<br />
<strong><u>De Turquía, Bruselas y la Democracia</u></strong><br />
<br />
<br />
07 de junio de 2013 <br />
<br />
<em><strong>Carlos Carnero</strong></em><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-jof5aqLeKQ4/UcVim5ly4JI/AAAAAAAAAio/4OUfIpp6WUE/s1600/turqu%C3%ADa.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-jof5aqLeKQ4/UcVim5ly4JI/AAAAAAAAAio/4OUfIpp6WUE/s320/turqu%C3%ADa.bmp" width="320" wya="true" /></a></div>
<br />
De viaje en el Magreb, el Primer Ministro de Turquía habrá sido el primer sorprendido al comprobar que por las calles de Estambul se repetía cada vez más fuerte el “Erdogan istifa!” (¡Erdogan dimisión!) de estos últimos días. Qué lejanas le habrán parecido las jornadas del “Erdogan babacan!”, cuando una mayoría social le reclamaba al frente de los destinos de Turquía como alternativa a lo que muchos ciudadanos consideraban con razón una insoportable losa de ejecutivos inestables, incapaces de atajar los problemas económicos y sociales del país, empezando por la corrupción.<br />
<br />
Y, sin embargo, la realidad ha sorprendido al líder del islamismo moderado turco cuando la unanimidad de los medios de comunicación internacionales no hacía más que señalar el milagro del crecimiento económico experimentado por el país, la posibilidad abierta de acabar con el conflicto armado en el Kurdistán y, desde el comienzo de la Primavera Árabe, la ejemplaridad del modelo del AKP para los países de mayoría musulmana que accedían a la democracia pero no querían o no debían apostar por el confesionalismo más o menos radical propugnado por los extremistas en otros lugares del mundo islámico.<br />
<br />
Por su parte, criticada como es tantas veces –en unas ocasiones justamente, en otras no tanto-, la Comisión Europea se habrá visto reconfortada al comprobar que la dureza de su último Informe de Etapa sobre los avances de Turquía encaminados a cumplir con los imprescindibles criterios de Copenhague para pasar de candidato a miembro de la UE, no era excesiva. Porque, se quiera ver o no, en ese gran país se siguen violando principios democráticos y derechos fundamentales. Es verdad que no como ocurría hace casi veinte años (cuando el que escribe estas líneas ejercía como ponente del Parlamento Europeo sobre la Unión Aduanera con Ankara y por eso mismo propugnó un NO al que la Cámara hizo caso omiso mayoritariamente), desde luego, pero todavía con una gravedad, una frecuencia y una cantidad apreciables e inaceptables.<br />
<br />
Empezando por la libertad de expresión. Hoy, como entonces, decenas de periodistas son encarcelados por ejercer su derecho a informar y a opinar porque no se han suprimido o modificado suficientemente las leyes que permiten hacerlo, empezando por el contenido del famoso Artículo 8 legado por la última dictadura militar.<br />
<br />
Fijémonos bien en esto: buena parte de los manifestantes que hoy piden la salida de Erdogan lo hacen porque consideran que está adoptando decisiones guiadas por su angosta concepción de la libertad individual a la luz de sus creencias religiosas, temerosos de que la laicidad del estado esté en peligro y con ella las conquistas alcanzadas por las mujeres o, en general, por cualquier ciudadano que desee llevar una vida cotidiana libre de las ataduras morales impuestas desde una religión. O sea, que quiera vivir tan libre como en cualquier otro país de la UE.<br />
<br />
Pero junto a ello persisten deficiencias democráticas que no vienen de las convicciones religiosas de Erdogan y sus compañeros de ejecutivo y de partido, sino que fueron legadas por quienes han pretendido erigirse en los salvadores de la libertad laica habiendo conculcado antes todas las libertades: las Fuerzas Armadas y buena parte de la judicatura, que durante años se ha dedicado a disolver partidos como quien sale a cenar, empezando por los de formación kurda y terminando incluso por quienes hoy gobiernan Turquía.<br />
<br />
No sabemos ni la duración en el tiempo ni el ritmo de extensión o reducción de las actuales protestas ni sus consecuencias políticas, si las hay. Pero lo que sí conocemos ahora, una vez más, es que casi nunca es oro lo que reluce, aunque haya sido llevado a los altares por académicos, comentaristas y políticos deseosos de encontrar en Erdogan la piedra filosofal capaz de unir islamismo y democracia.<br />
<br />
Sin embargo, todo apunta a que la UE no se ha equivocado tanto al tratar con Turquía: declarado país candidato, Bruselas no tiene más remedio que continuar insistiendo en que Ankara debe dar todavía muchos pasos para ser una democracia plena, sin zonas de sombra. Ese es el marco en el que han de desarrollarse las negociaciones para una adhesión que es un medio y un fin en sí mismo, porque, una vez dentro, Turquía y la Unión se beneficiarán mutuamente o, mejor dicho, llevarán haciéndolo a lo largo de un camino en el que los turcos conseguirán ser más libres a cada presión ejercida por las instituciones comunitarias.<br />
<br />
Si yo estuviera entre los manifestantes de estos días, miraría a la UE con simpatía. ¿Fatiga turca respecto a la Unión? No lo creo. Aunque, lógicamente, sí la habrá con quien prometió, se comprometió y hoy no quiere cumplir: las derechas alemana y francesa pueden sentirse directamente aludidas. La Comisión y el Parlamento Europeo, aunque algunos no lo crean, son otra cosa y representan el verdadero interés comunitario.<br />
<br /><div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-40705963500403826832013-06-22T10:33:00.000+02:002013-06-22T10:33:21.364+02:00"La UE es una democracia": mi artículo en El Huffington PostAquí tenéis el <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/la-ue-es-una-democracia_b_3364750.html">enlace</a> y el texto:<br />
<br />
<u><strong>La UE es una democracia </strong></u><br />
<br />
<strong><em>Carlos Carnero</em></strong><br />
<br />
<br />
Publicado: 01/06/2013 10:57 <br />
Conviene hacer un esfuerzo para que en esto de Europa los árboles no nos impidan ver el bosque, porque me temo que la crisis está consiguiendo, con su dureza y su permanencia, lo contrario. Y eso no es bueno, particularmente en un país que ha dado un salto espectacular en su desarrollo gracias a su pertenencia a la UE desde 1986.<br />
<br />
Lo digo porque que cada vez es más común, incluso entre las personas más informadas y formadas, afirmar que la UE no es democrática, en un salto cualitativo desde aquel "déficit democrático" que se atribuía hace años y con razón a la construcción europea.<br />
<br />
Por supuesto que cada uno es muy libre de pensar lo que considere oportuno (que tampoco en el tema Europa puede haber dogmas), pero una cosa es estar en desacuerdo con las decisiones que se adoptan en la UE y otra considerar que la adopción de las mismas y la propia Unión no responden ni a principios ni a normas propios de una democracia.<br />
<br />
Yo, por ejemplo, considero que la política de austeridad por la austeridad ha fracasado (como se afirma en el II Informe sobre el estado de la UE elaborado por la Fundación Alternativas y la Friedrich-Ebert-Stiftung), pero eso no me lleva a pensar que el Parlamento Europeo, el Consejo o la Comisión no tienen legitimidad democrática.<br />
<br />
Sí la tienen, por mucho que rechacemos lo que deciden. La UE es la primera democracia supranacional existente en la historia y, con el Tratado de Lisboa, que ha recogido el 95 % de la Constitución que elaboramos en la Convención de los años 2002 y 2003, tiene los rasgos básicos del estado de derecho: la designación de quien gobierna en elecciones libres, la separación de poderes y una declaración de derechos jurídicamente vinculante.<br />
<br />
No hace falta extenderse sobre la legitimidad democrática del Parlamento Europeo, que sale directamente de las urnas y tiene no solo los mismos poderes que cualquier Parlamento nacional (legislar, aprobar los presupuestos, controlar al Gobierno que vota -la Comisión Europea-), sino incluso más. Ya no estamos ante una Cámara principalmente deliberante (la que conocí cuando llegué en 1994), que también, sino ante una asamblea decisoria, representativa de la ciudadanía europea (como la que dejé en 2009).<br />
<br />
Por su parte, la Comisión es votada, controlada y, en su caso, destituida por el Parlamento Europeo. Podremos considerar que muchas veces se equivoca, pero no por estar formada por burócratas que no rinden cuentas ante nadie: la realidad es que está integrada por políticos experimentados, de amplia trayectoria, que comparecen más ante la Eurocámara que muchos ministros nacionales ante su Parlamento, empezando por la obligación de someterse a duras audiciones antes de ser elegidos. Y que actúan con la independencia de criterio exigible a quien tiene como misión preservar el interés comunitario más allá del de cada Estado miembro.<br />
<br />
Y el Consejo Europeo y el Consejo (que son la otra cámara de un sistema bicameral y, a veces, actúan como un ejecutivo cuando así lo señala el Tratado) no vienen de Marte, sino que están formados por Gobiernos elegidos en los Parlamentos nacionales que salen de los comicios generales en cada Estado miembro. Difícil negar a esas instituciones su legitimidad sin rechazar que nuestro país sea una democracia.<br />
<br />
Falta decir que todas esas instituciones tienen por encima al Tribunal de Justicia de la UE, que establece la legalidad de los actos legislativos y ejecutivos en la UE, y del que solo nos acordarnos cuando sus sentencias resultan llamativamente positivas: tema desahucios, recientemente.<br />
<br />
¿Qué hay que profundizar la democracia europea? Sí: por ejemplo, haciendo que sea el presidente del Parlamento Europeo quien proponga al candidato a presidir la Comisión tras las elecciones a la Eurocámara, que a su vez, en consecuencia podría debatir una moción de censura constructiva, o creando la figura del referéndum europeo sobre temas de especial relevancia.<br />
<br />
Pero esa es una cosa y otra la política decidida en la UE por las mayoría salidas de las urnas, vía nacional o europea, que hoy gobiernan en el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión y el Parlamento de Estrasburgo, por cierto, imponiendo sus opciones ideológicas por la vía de olvidar que la construcción europea ha sido siempre y debería seguir siendo el producto de un gran consenso político y social, de una gran coalición europeísta.<br />
<br />
Así que, como la UE es una democracia, para cambiar la actual política de austeridad por otra que esté equilibrada a favor del crecimiento y el empleo, lo mejor es ejercer el poder que la ciudadanía europea tiene en sus manos: votar en consecuencia en el nivel nacional y en el comunitario, empezando por las elecciones a la Eurocámara de 2014. Sin olvidar otras vías de democracia participativa como la Iniciativa Ciudadana Europea o las movilizaciones de ámbito comunitario (incluida la huelga), amparadas en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-24476618041745977602013-05-27T13:17:00.000+02:002013-05-27T13:17:43.896+02:00"No podemos esperar a las elecciones alamanas": nuestro artículo en El PaísDiego López Garrido, Nicolás Sartorius y yo mismo, en tanto que Director y coautores (junto con otros) del <em>II Informe sobre el estado de la UE </em>de la <strong>Fundación Alternativas</strong> y la <strong>Friedrich-Eber-Stiftung</strong>, publicamos a seis manos en El País un <a href="http://elpais.com/elpais/2013/05/16/opinion/1368730016_208793.html">artículo</a> titulado "No podemos esperar a las elecciones alemanas". Este es su texto:<br />
<br />
<strong><em>No podemos esperar a las elecciones alemanas</em></strong><br />
<br />
( El País, 21 de mayo de 2013)<br />
<br />
El descenso en la prima de riesgo de España —y de Italia, Portugal, Francia, etcétera— no ha sido causado por la política económica seguida por el Gobierno en el último año y medio, como afirmó Rajoy sin pestañear en el debate parlamentario de la semana pasada. Esta política es responsable del aumento hasta el infinito del paro, al aprobar una reforma laboral suicida cuyo efecto ha sido el despido masivo. De eso sí es responsable. Pero no, desde luego, de la relajación de los mercados financieros mundiales en las últimas semanas.<br />
<br />
El origen de este punto de inflexión coyuntural está en tres hechos concatenados: la decisión del Banco Central de Japón de inyectar, por fin, liquidez en la economía financiera, siguiendo la política de la Reserva Federal de los Estados Unidos; la bajada del tipo de interés decretada por Draghi y su amenaza de ir más allá; y la resignación de la Comisión Europea a que la cifra mágica del 3% del PIB de déficit sea retrasada dos años más en Francia, España y Holanda (en este caso, un año más).<br />
<br />
La razón de esas decisiones del BCE y de la Comisión es “la crisis dentro de la crisis” sufrida por el (hasta ahora) dogma de la austeridad, que lleva dominando el escenario de la política económica europea desde la noche del 9 al 10 de mayo de 2010; la del pánico de los Gobiernos europeos a los mercados financieros, tras el estallido de la economía griega. Ese pánico es el que desencadenó la política de austeridad, porque los Gobiernos de la eurozona, mayoritariamente, entendieron que, si no se daba un hachazo a los gastos públicos, los inversores dejarían de financiar la deuda y abocarían a la quiebra a un país tras otro.<br />
<br />
La campeona del rigor presupuestario en estos años ha sido Angela Merkel, la derecha alemana. Lo sigue siendo. Tiene un objetivo, ganar las elecciones del 22 de septiembre. No va a cambiar hasta entonces. Pero los demás países, particularmente los llamados periféricos, y en especial el nuestro, no pueden aguantar más dosis de recorte de gastos a palo seco.<br />
<br />
Asistimos, como dice el título del Informe de las Fundaciones Alternativas y Friedrich Ebert sobre el estado de la Unión, al “fracaso de la austeridad”. De hecho, las economías que más han cortado el gasto público —rescatadas como Grecia y Portugal y no rescatadas como Reino Unido— son las que más contracción han sufrido. Se ha producido algo que la doctrina de la austeridad no había querido prever. La lucha unidimensional contra el enorme déficit y la correspondiente deuda de los países europeos ha terminado en más recesión y en una subida impetuosa de la deuda. La eurozona tiene, como media, un 90% del PIB de deuda. Tendrá un 96% —pronostica la Comisión— en 2014. Un 12,1% de la población activa desempleada. Decrecimiento de la economía mayor aún (0,3% en 2012; 0,4% como previsión para 2013). Debilitamiento acusado del Estado de bienestar, sanidad, educación, dependencia. Hundimiento de la capacidad del consumo. Podríamos seguir desgranando cifras a cual más negativa, que empiezan a extenderse a los países “acreedores", como Alemania. BMW y Siemens acaban de anticipar peores resultados en 2013 a causa de la debilidad manifiesta de los mercados europeos.<br />
<br />
Ya no vale decir que los inversores castigan con intereses altos a las emisiones de deuda de los países más sedientos de financiación. Incluso Bill Gross, del Pacific Investment Management Company, uno de los grandes inversores, que había sido firme sostenedor del mantra de la consolidación fiscal, ahora defiende con la misma contundencia lo contrario, diciendo que la austeridad ha ido demasiado lejos. Es lo que están diciendo empresas inversoras del Ibex 35 (recientemente, ACS). Lo mismo declara sin tapujos el nada sospechoso Fondo Monetario Internacional. Hay una conciencia cada vez más acusada de que las economías europeas habrían crecido de no haberse aplicado de forma rígida la política de austeridad, y de que hoy es más urgente fortalecer la demanda y crear empleo que reducir la deuda rápidamente.<br />
<br />
La cuestión no es dar un bandazo y renunciar a hacer descender la cifra de deuda, sino tener suficiente flexibilidad para abrirse a un plan de estímulo económico creíble para la creación de empleo, sobre todo entre los jóvenes. ¿Cómo financiar este estímulo a corto plazo? Básicamente, a través de créditos del Banco Europeo de Inversiones para infraestructuras; del descenso de la prima de riesgo, aún muy alta y poco competitiva para España, mediante una acción más decidida del BCE en la compra de bonos; y de que el dinero que este da a los bancos, ilimitadamente y casi regalado, llegue a las pymes europeas con este mismo bajo interés. Esa condicionalidad es la que debería establecer el BCE a cambio de dar crédito barato a la banca. Sería esencial esta acción porque, a diferencia de Estados Unidos, los créditos bancarios representan en Europa el 80% de la deuda corporativa. Por otra parte, la unión bancaria, con su complejidad legal y las constantes dudas germánicas, aún queda lejos.<br />
<br />
Las medidas supranacionales requieren un complemento nacional, que no es sino la reforma fiscal, para que las rentas del capital, de las multinacionales, de las grandes fortunas, de los poderosos servicios financieros, sufraguen el precio de una crisis creada por ellos.<br />
<br />
La necesidad de orientarse hacia el crecimiento, financiado con más ingresos —no con menor gasto público— es ya una evidencia imposible de obviar. Hay una fatiga de austeridad que las sociedades europeas no soportan por más tiempo. Sobre todo cuando observan que países como Estados Unidos, que no ha seguido esta política, abandonó la recesión a mediados de 2009 y tiene resultados como el del mes pasado: 165.000 empleos creados, y una tasa del desempleo que baja del 7,6 al 7,5%. En la Unión Europea, los bancos son incapaces de transmitir a las empresas los beneficios de una política monetaria laxa como la impulsada —con regular éxito— por un BCE dividido y siempre cuestionado desde el Bundesbank.<br />
<br />
El giro hacia la creación de empleo no se puede hacer desde un solo Estado. Necesita de una estrategia europea. La Unión Política es la culminación natural de una política económica común, pero esto es a largo plazo. Por eso, el Consejo Europeo de junio tendría que dar el salto hacia una política económica activista para la recuperación del crecimiento. Solo este órgano —en detrimento de la Comisión y el Parlamento Europeo— tiene hoy la autoridad y capacidad política para hacerlo. Una serie de países —mayoritariamente del Sur— deberían aunar esfuerzos en esa dirección. Los nuevos Gobiernos en Italia y Francia lo facilitan. Falta que el español deje su actitud pasiva y se una a una política que debe aspirar a ser mayoritaria en el Consejo Europeo, como empieza a serlo en el seno del BCE. Veintiséis millones y medio de parados en Europa, más de seis millones en España, no pueden esperar a las elecciones alemanas.<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-74597591998407945962013-05-15T12:36:00.000+02:002013-05-15T12:40:32.588+02:00"¡Maldita ONU!": mis post en el Blog Alternativas en El PaísEste es el <a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2013/05/10/">post</a>:<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-iJ38qu38mxA/UZNmA4k_X7I/AAAAAAAAAiY/FZcI2Jv1qQ8/s1600/untitled.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" pua="true" src="http://1.bp.blogspot.com/-iJ38qu38mxA/UZNmA4k_X7I/AAAAAAAAAiY/FZcI2Jv1qQ8/s320/untitled.bmp" width="320" /></a></div>
<br />
<strong>"¡Maldita ONU!"</strong><br />
<br />
Carlos Carnero<br />
<br />
Publicado el 10 de mayo de 2013<br />
<br />
“¡Maldita ONU!”. No es difícil imaginar que esa habrá sido la expresión de algunos de los halcones de Washington cuando hayan escuchado las palabras de Carla del Ponte afirmando que “existen fuertes y concretas sospechas, aunque no pruebas incontrovertibles, de la utilización de gas sarín en Siria…por algunos grupos de la oposición”.<br />
<br />
<br />
Mientras la guerra civil en Siria acentúa su espantoso balance de muertos, heridos y destrucción moral y material, algunos grupos de interés elevan su presión para que Obama se decida a intervenir militarmente (vía bombardeos aéreos) para poner fin al conflicto con una derrota militar del régimen. Pero el Presidente parece resistirse a poner en marcha una operación que implica bastantes riesgos.<br />
<br />
En primer lugar, porque no hay testimonios de que las líneas rojas que se marcó para autorizar el despegue de los cazabombarderos hayan sido traspasadas por parte de El Assad. El régimen del dictador sirio ha cometido crímenes brutales e incontables a lo largo y ancho del conflicto, pero es complicado probar que haya hecho uso hasta la fecha de las armas químicas, condición marcada para su intervención por los propios Estados Unidos.<br />
<br />
En segundo lugar, porque no da la impresión de que el nivel de acuerdo (y en su caso, implicación) con la intervención entre los aliados norteamericanos, particularmente en la Unión Europea, haya alcanzado una masa crítica suficiente como para no convertir el ataque en una acción cuasi unilateral, con algunos apoyos aislados en lo militar y declarativos en lo político.<br />
<br />
En tercer lugar, porque la desconfianza de Washington hacia algunos sectores de la oposición siria –más allá del reconocimiento formal obtenido por su plataforma conjunta en las principales capitales occidentales- sigue siendo patente. Es decir, no se tiene la garantía de poder influir de manera suficiente en el desarrollo de los acontecimientos una vez que el régimen se desplome.<br />
<br />
Y en cuarto lugar, porque ni existe ni probablemente existirá un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU para intervenir en Siria. Es verdad que tal situación responde al rechazo hasta la fecha de dos países con poder de veto (Rusia y China), pero, independientemente de las causas, tal mandato ni se ha pedido con nitidez ni se ha obtenido.<br />
<br />
De forma que la diferencia con la intervención en Libia sería que aquella se llevó a cabo en el marco del derecho internacional porque las Naciones Unidas la amparaban. Ahora mismo, actuar en Siria equivaldría a decir que el unilateralismo fue expulsado por la puerta pero ha retornado por la ventana, algo poco acorde con la política exterior de Obama.<br />
<br />
Algunos han creído ver en los ataques israelíes en Siria una especie de boca de ganso militar de los Estados Unidos: Tel Aviv intervendría cuando su principal aliado no puede o no quiere hacerlo. Quizás sea así o también que Israel haya decidido actuar de forma preventiva tras formar un gobierno escorado a la derecha, argumentando que en realidad lo hace contra Irán y Hezbolá y seguro de que el ejército del régimen de Damasco no tiene ninguna capacidad de respuesta en un segundo frente.<br />
<br />
Volvamos, en todo caso, a las preguntas esenciales: ¿la responsabilidad de proteger (antes conocida como derecho de injerencia) está o no por encima de elementos que pueden ser considerados formales, como la existencia previa de una autorización onusiana?; ¿hasta qué punto pueden las democracias verse paralizadas por el veto de los de los de siempre en el Consejo de Seguridad a la hora de actuar para impedir las masacres de regímenes sin escrúpulos como el sirio?; ¿seguiremos siempre dejando que los conceptos de “no intervención” o “apaissment”, tan terribles para la historia de España y Europa, jueguen a favor de quienes cometen crímenes contra la humanidad?<br />
<br />
Es evidente que la acción política, diplomática y humanitaria a favor del pueblo sirio y en contra del régimen no solo debe continuar sino reforzarse, lo mismo que ha condenarse cualquier atrocidad por parte de la oposición al mismo. Pero el debate está abierto sobre la necesidad de intervenir militarmente y de hacerlo incluso sin una autorización de la ONU. Eso sí, la discusión es urgente, urgentísima, porque cada día mueren personas inocentes en una guerra civil que parece no tener fin.<br />
<br />
En todo caso, las Naciones Unidas –tan criticadas, a veces justamente, y tan poco alabadas, en ocasiones injustamente- vuelven a demostrar su incuestionable valor cuando su propia existencia y el derecho internacional que han ido creando obliga a todos a pensar dos veces lo que hacer antes de apretar el gatillo. En algunos casos, repito, siempre habrá quien reaccione a ello con ese “¡Maldita ONU!”.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br /><div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-56526628978675754042013-05-15T12:28:00.000+02:002013-05-15T12:28:28.645+02:00¿Alemania culpable?: mi artículo en El Huffington PostAquí tenéis mi <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/alemania-culpable_b_3207008.html">post</a>:<br />
<br />
<strong><u>¿Alemania culpable? </u></strong><br />
<br />
Carlos Carnero.Director gerente, Fundación Alternativas<br />
<br />
<br />
Publicado: 06/05/2013<br />
Si la primera víctima de la guerra es la verdad, en el caso de las crisis son los matices los que corren la peor suerte. Lo estamos comprobando en Europa con la recesión económica sin saber a fecha de hoy hasta dónde nos llevarán las descalificaciones cruzadas y a bulto que recorren el continente, aunque intuimos que a ningún buen lugar.<br />
<br />
Hace pocos días el fútbol nos ha recordado hasta qué punto son ridículas las generalizaciones. No fue España la eliminada en las semifinales de la Champions, sino dos de sus mejores equipos: el Real Madrid y el Barcelona, compuestos por un mosaico multinacional de jugadores tan variado como el de sus adversarios en la eliminatoria. Si uno de los dos hubiera obtenido el billete a Wembley, todo el discurso globalizador de la victoria de Alemania y la derrota de nuestro país sobre el césped no habría salido a la superficie. ¿O es que si el Bayern gana al Borussia afirmará alguien que Baviera ha derrotado al resto de la República Federal, o viceversa?<br />
<br />
Con la crisis pasa en buena medida lo mismo. Hartos ya de estar hartos, muchos de los que sufren las consecuencias más duras de la crisis en forma de recesión y desempleo vuelven sus miradas hacia Alemania para señalarla con el dedo y declararla culpable. Por su parte, los que en teoría se benefician de esa política en territorio germano aumentan el volumen de las mentiras y los tópicos sobre las cigarras del sur de Europa. A este paso, la capacidad superadora de fronteras generada por décadas de éxito en la construcción europea puede quedar literalmente sepultada por toneladas de nacionalismo. <br />
<br />
Hay que parar este despropósito con las luces de la razón, ni más ni menos. <br />
<br />
En primer lugar, afirmando que no son los países como entidades totalmente homogéneas sin diferencias internas quienes adoptan decisiones, equivocadas o erróneas. Alemania no es la responsable de la imposición de una política de austeridad a ultranza y palo seco que está devastando las esperanzas de millones de europeos en salir de la crisis y poniendo una bomba de relojería en este gran invento que es la UE. Hilemos un poco más fino: la autoría de tal política tiene nombres, partido e intereses, que no son otros que Angela Merkel, la CDU y las clases dominantes del país. Ni los socialdemócratas ni los millones de alemanes que viven en condiciones salariales y laborales precarias defienden algo que ni consideran acertado ni les beneficia. Ahí está el programa del SPD para demostrarlo.<br />
<br />
Como tampoco es España sin más quien considera probado que la austeridad no le sacará del pozo económico en el que ha caído. Son Mariano Rajoy, el PP y los empresarios que esperan recuperar su tasa de beneficio destruyendo el mercado laboral quienes la asumen y la defienden. Pero no los sindicatos, la izquierda (PSOE e IU), la sociedad civil movilizada en defensa de lo público o los seis millones de parados.<br />
<br />
Es ahí donde ha residido el error de los socialistas franceses al plantear en un primer momento una "confrontación democrática" con Alemania para cambiar el rumbo de la política económica europea, porque no es a ese país al que hay que plantar cara, sino a quien lo dirige. Mejor hubieran hecho desde el principio en proponer una batalla de propuestas y valores contra la derecha europea, porque la francesa no se aleja demasiado en sus planteamientos de la germana.<br />
<br />
¿Cómo? Con un programa común para la recuperación económica a través de la defensa del Estado del bienestar con quienes en Berlín, Roma o Madrid están dispuestos a decir basta al suicidio de la austeridad, demostrando que los intereses de la mayoría de los alemanes, los franceses, los italianos o los españoles difieren de los que encarna Merkel.<br />
<br />
Parece increíble que habiendo construido la primera democracia supranacional de la historia que es la UE, con una orientación federal que se ejercita cada día en políticas comunes e instituciones tan impresionantes como el Parlamento Europeo o la Comisión, se haya conseguido introducir de nuevo la vieja dialéctica de unas naciones contra otras consideradas como un todo, olvidando que las componen ciudadanos con intereses y aspiraciones legítimamente contrapuestos. <br />
<br />
Quienes creemos en una UE federal y solidaria, hablemos alemán o español, griego o sueco, italiano o inglés, estamos aún a tiempo de actuar como ciudadanos europeos, que es lo que somos. De lo contrario, este instrumento de valores y objetivos que es la Unión terminará naufragando en un indescifrable mar de banderas y mezquindades.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-33540711049124344012013-04-23T13:42:00.000+02:002013-04-23T13:42:43.091+02:00Propuesta de los Estados Unidos sobre el Sáhara Occidental: mi entrevista en TVEAquí tenéis la <a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-tarde-en-24-horas/tarde-24-horas-mundo-24-22-04-13/1780718/">entrevista </a>que me hicieron ayer en "La tarde en 24 horas", del Canal 24 horas de TVE. Comienza, aproximadamente, en el minuto 11.<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-43166340963172991042013-04-22T14:26:00.000+02:002013-04-22T14:26:59.408+02:00"Obama se moja en el Sáhara": mi artículo en El Huffington PostAquí tenéis el <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/obama-se-moja-en-el-sahar_b_3098597.html">enlace</a> y el texto del artículo que he publicado en El Huffington Post sobre la propuesta norteamericana al Consejo de Seguridad de la ONU para ampliar el mandato de la Minurso a la vigilancia de los derechos humanos en el territorio ocupado y en los campamentos de refugiados de Tinduf;<br />
<br />
<strong><u>Obama se moja en el Sáhara</u></strong> <br />
<br />
Carlos Carnero<br />
<br />
<br />
Publicado: 18/04/2013 <br />
La llegada de John Kerry al cargo de Secretario de Estado norteamericano está trayendo buenas noticias al Sáhara Occidental. La más importante, que la Administración Obama ha decidido mojarse con un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para que se encargue a la Misión de las Naciones Unidas (MINURSO) la vigilancia de los derechos humanos. La iniciativa estadounidense, de ser aprobada, acabaría con una situación injustificable: que la MINURSO sea la única misión de la ONU cuyo mandato no incluye ni explícita ni implícitamente observar si se respetan los derechos humanos. Durante años, todo tipo de instituciones han venido reclamando la adopción de esa medida. Así lo hizo recientemente el Parlamento Europeo. <br />
<br />
Recuerdo como si fuera hoy la reunión que mantuvimos en el antiguo Parador de el Aaiún con los responsables de la MINURSO cuando, como Delegación de la Eurocámara, visitamos en enero de 2009 la capital del Sáhara Occidental. Su respuesta a nuestras preguntas sobre la situación de los derechos humanos era tan invariable como impotente: no tenemos mandato alguno para ocuparnos del tema. Lo que resultaba doblemente sangrante cuando tras ese encuentro recibimos una tras otra a asociaciones ciudadanas que denunciaban con documentación exhaustiva e incluso personalmente que las violaciones de los mismos se habían convertido en una práctica habitual.<br />
<br />
Los Estados Unidos han movido ficha en la dirección correcta. Ahora les toca a otros hacerlo. En primer lugar, a los países que forman parte, junto con Washington, del Grupo de Amigos del Sáhara: España, Francia, Rusia y el Reino Unido. Habrá que fijarse muy de cerca en la reacción de Madrid y de París, especialmente: de la primera capital, porque asume nada menos que el papel de Potencia Administradora del territorio, del que no le han desembarazado ni los Acuerdos Tripartitos de 1975 ni la timorata actitud de los sucesivos gobiernos de la democracia; de la segunda, porque durante años ha ejercido de primer valedor de las posiciones marroquíes en la UE y en la ONU. François Hollande tiene ante sí el reto de demostrar su compromiso con los derechos humanos y la oportunidad de romper con una política exterior que, a lo largo de los años, ha avalado demasiadas cosas negativas en África. Nadie le pide que cambie de tercio y se posicione de verdad a favor de la autodeterminación del Sáhara Occidental. Solamente, que sea fiel a su programa. De lo contrario, su discurso internacional perderá buena parte de su credibilidad. Tampoco conviene olvidar a la Unión Europea. Si tras la Primavera Árabe ha hecho suyo el concepto de "democracia profunda" en sus relaciones con el Mediterráneo, ¿será el Sáhara Occidental una excepción, la demostración de que los principios están sometidos como siempre a los intereses? La Alta Representante para la Política Exterior, la señora Ashton, debería proponer a Bruselas el apoyo de la Unión a la propuesta norteamericana. <br />
<br />
Propuesta que no solo entraña una cuestión de valores, sino también el pragmatismo de hacer ver a las partes del conflicto -como intenta el enviado especial de la ONU, Ross- que la Comunidad Internacional no va a cejar en conseguir alcanzar su solución del mismo, que pasa, como afirman las resoluciones de las Naciones Unidas, por garantizar al pueblo saharaui decidir democráticamente en un referéndum su destino.<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-74823128327083908332013-04-13T12:17:00.000+02:002013-04-13T12:17:12.570+02:00Entrevista en Europa 2013 de TVE sobre el II Informe sobre el estado de la UE de la Fundación Alternativas y la Friedrich-Ebert-StiftungMe entrevistan en Europa 2013 de TVE, el excelente programa dirigido por Clara Rivero y presetnado por Carmen Romero que sigue siendo la mejor ventana audivisiual a la actualidad de la UE. Ahora, además de por el Canal 24 Horas, se emite también por la 1. Buena noticia.<br />
<br />
La entrevista comienza en el minuto 18:<br />
<br />
<a href="http://www.rtve.es/alacarta/videos/europa/europa-2013-12-04-13/1763008/">http://www.rtve.es/alacarta/videos/europa/europa-2013-12-04-13/1763008/</a><div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-19565707007167253132013-04-13T12:13:00.000+02:002013-04-13T12:13:05.114+02:00"Cambiar el mal estado de la UE" y "Cómo recuperar al ciudadano europeo": mis últimos artículosEl primero en El Huffington Post:<br />
<br />
<a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/cambiar-el-mal-estado-de-_b_2931536.html">http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/cambiar-el-mal-estado-de-_b_2931536.html</a><br />
<br />
El segundo en esglobal:<br />
<br />
<a href="http://www.esglobal.org/ue-como-recuperar-al-ciudadano-europeo">http://www.esglobal.org/ue-como-recuperar-al-ciudadano-europeo</a><div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-5541652239770704302013-03-19T20:10:00.000+01:002013-03-19T20:10:02.096+01:00"Europa: una mala salud de hierro": mi artículo en El Huffington Post<strong><u>Europa: una mala salud de hierro </u></strong><br />
<br />
<strong>Carlos Carnero</strong><br />
<br />
<br />
<a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/europa-una-mala-salud-de-_b_2851679.html">Artículo</a> publicado el 12/03/2013 <br />
Una mala salud de hierro: no hay mejor frase para definir la capacidad de resistencia que la UE está demostrando frente a la crisis y sus consecuencias. Puede ser positivo, pero también negativo. Veamos.<br />
<br />
Desde el lejano inicio de la crisis (solo han pasado cinco años, pero cada instante dura mucho más que lo que señala el reloj), al euro se le ha administrado la extremaunción en varias ocasiones. Y con el euro, a la UE en su conjunto. De la mano de Grecia, de Irlanda, de Portugal, de España o de Italia (salvando las distancias en cada caso), a cada repunte grave de la crisis de la deuda -prima de riesgo mediante- o en todos los desacuerdos y dilaciones en y del Consejo Europeo, no faltaban voces que situaban a la Unión a punto de colapsar primero y disgregarse después.<br />
<br />
Ni faltaban ni faltan razones para pensar así, aunque los análisis se confundieran a menudo con los deseos de que el vaticinio se hiciera realidad. Ahí están los grandes especuladores como el mejor ejemplo posible de quienes, además, han hecho todo lo posible para que sus profecías fueran autocumplidas. Al final, la realidad ha sido más tozuda que la imaginación, de forma que la UE, aún a trancas y barrancas, ha sido capaz de construir en tiempo real parte de lo que, con su carencia, había provocado muchos problemas: los instrumentos imprescindibles de una unión económica en la que enmarcar la moneda única.<br />
<br />
Aún queda mucho camino por recorrer hasta que la UE sea una unión política y cuente con un Tesoro comunitario, un presupuesto suficiente y una completa unión económica y social con ingresos propios de carácter progresivo, armonización fiscal y salario mínimo europeo. Pero los pasos dados ya no tienen marcha atrás. Ahora hay, sin embargo, algo mucho más urgente por hacer: reorientar la política de austeridad hacia una de crecimiento con la que afrontar el principal problema de la Unión, que no es otro que reducir el desempleo.<br />
<br />
Cualquiera diría que, en el marco de la crisis, la UE habría sufrido un desgaste brutal entre la opinión ciudadana. Pues nada más lejos de la realidad, a tenor de las últimas encuestas. Tomemos como ejemplo a los españoles, que siguen considerando a la Unión como algo más positivo que negativo, quieren seguir en el euro, no culpan a Europa de la política de austeridad -sino a Gobiernos como el alemán o el nacional- y se sienten tan españoles como europeos. Desconfían de la UE cuando se les pregunta de ese modo, pero lo mismo dirían, acrecentado, de cualquier institución: preguntemos por las del nivel nacional y comparemos.<br />
<br />
En todo caso, lo dicho puede administrarse de dos maneras opuestas: para empecinarse en la política de recortes y dormirse en los laureles o para apostar de nuevo por Keynes y proponerse recuperar la confianza perdida. Por eso decía que la resistencia de la UE podía ser negativa o positiva, dependiendo de cómo se entienda.<br />
<br />
En mi opinión, hacer lo primero se traduciría en terminar convirtiendo en realidad los sueños de los enemigos de Europa, mientras que apostar por lo segundo es lo que los ciudadanos nos piden con su europeísmo. Conviene no equivocarse.<br />
<br />
<br /><div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-9949517452350460352013-03-03T13:19:00.000+01:002013-03-03T13:22:27.965+01:00Ganarse Europa: el vídeo de mi intervención en la conferencia del PSOEAquí tenéis el <a href="http://www.youtube.com/watch?v=VPwmb9gvewU&list=PLXVJ4XZiq6lEg5yof5bR7py5uJ85yxHmQ&index=6">enlace</a> al vídeo de mi intervención en el segundo panel de Ganarse Europa, la conferencia organizada por el PSOE el 16 de febrero de 2013. La encontraréis en el minuto 1:18:30 aproximadamente.<br />
<br />
En ese panel fueron ponentes el Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Seguro (Primer Secretario del PS portugués), Harlem Désir (Primer Secretario del PS francés) y Joaquín Almunia, miembro de la Comisión Europea.<br />
<br />
El debate llevó por título "Hacia una Europa federal: la Unión Política".<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-52705339888570056422013-03-02T10:34:00.000+01:002013-03-02T10:34:09.015+01:00Me entrevistan en la Radio Autonómica de CanariasAquí tenéis el <a href="http://www.rtvc.es/television/emision/el-análisis-internacional-8694.aspx">enlace</a> a la entrevista sobre temas europeos que se emitió el 23 de febrero de 2013 en la Radio Autonómica de Canarias.<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-46570399805303320972013-03-01T12:16:00.000+01:002013-03-01T12:16:03.425+01:00Gracias, Bersani: mi artículo en El Huffington Post sobre el resultado de las elecciones en Italia"Gracias, Bersani"<br />
<br />
Carlos Carnero<br />
<br />
<br />
Publicado: 26/02/2013 10:01<br />
<br />
La batalla librada en las elecciones italianas ha sido entre democracia y populismo, no le demos más vueltas.<br />
<br />
A la izquierda, encabezada por Pier Luigi Bersani, los demócratas europeos deberían reconocerle su coraje al asumir el reto de encarnar la primera de las opciones con seriedad en el discurso, un verdadero programa de gobierno y unos candidatos elegidos en primarias abiertas. Enfrente se ha encontrado con la demagogia (efectiva, visto lo visto) de Silvio Berlusconi y de Beppe Grillo, cada uno con sus frases altisonantes y sus descalificaciones colectivas y personales del adversario.<br />
<br />
Hay que imaginarse lo complicado que ha resultado desenvolverse en una campaña electoral planteada en esos términos, tratando de explicar que sí se puede salir de la crisis económica y renovar la política en términos racionales frente a quien se limita a repetir, en un caso, que la amenaza sigue siendo el comunismo y que las acusaciones de que es o ha sido objeto en numerosos procesos un montaje del mismo, y en otro, que todos son iguales y que el camino a tomar lo señalarán decisiones asamblearias en la plaza pública a mano alzada.<br />
<br />
A pesar de todo, los progresistas de Italia Bien Común han ganado en las urnas. Por poco y, desde luego, por menos de lo previsto. No obstante, son la primera fuerza política en votos y, en el caso de la Cámara de Diputados, en escaños.<br />
<br />
A ellos, pues, les corresponderá ahora tratar de buscar fórmulas que eviten nuevas elecciones, si eso es posible, porque lo que sí está claro es que es necesario. De lo contrario, se abriría un período de interinidad que golpearía a Italia y al conjunto de Europa y del que solo se beneficiarían los populistas de dentro y los chacales de fuera.<br />
<br />
Sí, los chacales: ahí están ya azuzando la subida de la prima de riesgo de países que ni siquiera han celebrado elecciones, como si los resultados de las urnas italianas pusieran en peligro el euro o proyectaran dudas sobre el pago de la deuda pública de algún Estado de la unión monetaria. De escándalo.<br />
<br />
Es en estos momentos cuando la UE debería mostrar su fortaleza o, al menos, su capacidad de reflexión, porque si tuviéramos eurobonos, si la deuda de los miembros de la eurozona estuviera mutualizada, los depredadores se estrellarían contra un muro. En ausencia de tales instrumentos, tratan de cazar a las ovejas del rebaño una a una y por separado. Su rescate se pagará caro por parte de los ciudadanos.<br />
<br />
Si Bersani llegara a ser presidente del Consiglio, empujaría a favor de tales medidas en el seno de la UE y podría demostrar que solo con la única democracia democrática (la del voto libre, directo y secreto en las urnas), valga la redundancia, es factible encontrar soluciones.<br />
<br />
Por cierto, una de ellas ya se ha garantizado, porque gracias a que la Cámara tendrá mayoría absoluta de escaños de la izquierda Berlusconi no podrá, como hubiera sido su deseo en caso contrario, llegar a la Presidencia de la República Italiana, para oprobio de su país y de Europa.<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-7150809556728240532013-02-13T11:28:00.000+01:002013-02-13T11:28:05.718+01:00"Claridad europea con los islamistas", mi post en el Blog Alternativas en El PaísClaridad europea con los islamistas<br />
<br />
<br />
08 de febrero de 2013<br />
<br />
CARLOS CARNERO<br />
<br />
El asesinato a tiros del abogado y político tunecino Chokri Belaid debería implicar un punto de inflexión en la visión europea del momento político por el que atraviesan los países de la Primavera Árabe.<br />
<br />
Con demasiada facilidad, las instituciones, los analistas y los medios de comunicación de la Unión Europea han asumido la llegada al gobierno de partidos islamistas como una muestra de la normalidad democrática recién conquistada y, al tiempo, como una oportunidad de conseguir que tales fuerzas, por el propio ejercicio del poder, entraran en una vía de moderación ideológica.<br />
<br />
El planteamiento en boga venía a afirmar que tales partidos no estaban necesariamente reñidos con un concepto aceptable del ejercicio de las libertades por el hecho de ser confesionales y que, en consecuencia, la colaboración europea con sus gobiernos debía desarrollarse con la misma naturalidad con la que se actuaría si, en su lugar, los ejecutivos estuvieran formados por partidos no confesionales.<br />
<br />
La realidad, como muchos alertaron hace ya meses, está dando al traste con una concepción tan ingenua.<br />
<br />
En primer lugar, porque los partidos islamistas confesionales tienden a considerar la democracia como un mero instrumento temporal para conformar una sociedad en la que principios tan básicos, universales y no relativizables como la división de poderes, el respeto de los derechos humanos (empezando por la no discriminación por razón de género) y la alternancia en el gobierno son considerados artificiales o provisionales.<br />
<br />
En segundo lugar, porque tales formaciones no entienden que mantener opiniones divergentes sea algo normal y habitual en democracia, sino una forma de atentar contra algo que está por encima de cualquier constitución: el poder divino, indiscutible para cualquier ser humano. O sea, un pecado mortal.<br />
<br />
Y en tercer lugar, porque, de una manera u otra, el fin principal de su gestión no es tanto resolver los graves problemas económicos y sociales existentes (falta de crecimiento, desempleo masivo, inexistencia de un estado del bienestar, enormes niveles de pobreza y desigualdad) sino imponer un modo de vida acorde con su interpretación del Corán que, antes que a nadie, golpea los derechos de la mujer.<br />
<br />
Si es cierto que en los partidos islamistas mayoritarios de Túnez y Egipto se considera que no todos los objetivos pueden alcanzarse de la noche a la mañana, no es menos verdad que la presión de los salafistas (en muchos casos bienvenida como “ejército de la cachiporra” hacia el interior y elemento para mostrar la supuesta moderación propia hacia el exterior) ha llevado a acelerar el paso.<br />
<br />
Las decisiones autoritarias de Morsi en El Cairo y de Ennahda en Túnez van exactamente en esa dirección y en ambos casos han cosechado una firme y valiente respuesta de amplios sectores de la población decididos a decir “¡Basta!” ahora que todavía están a tiempo de manifestarse.<br />
<br />
En esta coyuntura, la Unión Europea no puede equivocarse una vez más. Si antes de la Primavera Árabe no dijo una sola palabra frente a los dictadores en el poder, no está en condiciones de guardar silencio de nuevo.<br />
<br />
Para ello, debería aplicar sus propias decisiones: que la cooperación con los países mediterráneos tendrá como objetivo y medida esencial la construcción de una democracia profunda que implique elecciones libres, sí, pero también un estricto respeto de los derechos humanos, sin hacer la vista gorda a que alguien –islamista o no- viole en uno u otro caso las reglas de juego.<br />
<br />
Si la UE actúa en tal sentido y, además, lo hace en conjunto con los Estados Unidos, el efecto será alentador para que la transición hacia la democracia en los países árabes siga hacia delante. De lo contrario, el mensaje a quien pretende forzar la mano a los principios de la Primavera Árabe será demasiado nítido: pura debilidad, carta blanca.<br />
<br />
El atentado terrorista contra Chokri Belaid tenía la intención de amedrentar a los hombres y mujeres libres de Túnez, lo mismo que las palizas y altercados de las autodenominadas Ligas de Protección de la Revolución, tan o parecidas en su versión islamista a los Guerrilleros de Cristo Rey de nuestra transición.<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-33367422882584580652013-02-06T15:47:00.000+01:002013-02-06T15:47:20.760+01:00Sube la deuda, baja la bolsa: nos deben una explicación: mi artículo en El Huffington PostSube la deuda, baja la bolsa: nos deben una explicación <br />
<br />
<br />
Carlos Carnero<br />
<br />
El Huffington Post<br />
<br />
06/02/2013 08:02 <br />
<br />
Nos deben una explicación. O mejor dicho dos. Y no, no se preocupen que no me refiero al Presidente Rajoy sobre el Caso Bárcenas. Lejos de mi ánimo escribir más sobre lo mismo, cuando lo fundamental ya está planteado. <br />
<br />
Mis tiros van por otro lado y tienen que ver con los intereses económicos directos de los ciudadanos, con lo que van a notar en su bolsillo por una vía u otra, a raíz de la subida de la prima de riesgo y de la caída de la bolsa en los últimos días, que en ambos casos han sido notables. Notables e inaceptables, la verdad, porque sin necesidad de profundizar mucho se llega a la conclusión de que, al menos en parte -en una buena parte, en realidad- podían haber sido evitadas.<br />
<br />
En los dos casos se argumenta que la causa está en la inestabilidad política provocada por los supuestos asuntos de corrupción ligados al Caso del extesorero del PP. Sin duda es así. Pero...<br />
<br />
Si el Gobierno hubiera utilizado el ofrecimiento del Banco Central Europeo (formulado el 6 de septiembre, hace ya cinco meses) de activar una línea preventiva de crédito para adquirir ilimitadamente deuda española, hoy estaríamos en condiciones de reducir los daños adicionales de esta coyuntura en la prima de riesgo. Por supuesto que, desde el primer momento de hacer uso de tal posibilidad, se habrían reducido los pagos por intereses de la deuda -que siguen siendo altísimos y suman para 2013 una previsión de casi 40.000 millones de euros-, y ahora tendríamos en nuestras manos un arma (la compra por parte del BCE) contra unos especuladores que, junto a la desconfianza natural de los inversores ante la inestabilidad política, la azuzan interesadamente para volver hacer caja. Pues por mucho que se empeñaran, estaríamos hablando de una prima de riesgo de 200 puntos, no de 350 o 390, y de unos tipos de interés sensiblemente menores a los actuales. En cualquier caso, cada día al alza aumentará la partida a pagar por el estado, o sea, por todos los contribuyentes.<br />
<br />
Hablemos ahora de la Bolsa. Cierto, ante la tormenta política hay quien vende para irse a otros mercados o para poner su dinero en una deuda cuya prima de riesgo vuelve a elevarse. Pero los que pagan el pato no son otros que los pequeños y medianos inversores, poco dados a irse de un lado a otro y que ven cómo el valor de sus ahorros -ahora que empezaba a recuperarse un poco- vuelve a venirse abajo. ¿Es normal que en estas circunstancias la Comisión Nacional del Mercado de Valores haya levantado la prohibición sobre las operaciones especulativas en la Bolsa vigente durante los últimos meses? No, no lo es. Los argumentos para tal acuerdo parecen insostenibles: se le da vida al mercado, se evita la sobrevaloración natural de las acciones... No sé si les habrá pasado por la cabeza que con ello arrimarían compradores a la deuda para limitar la subida de la prima, pero si lo pensaron no han conseguido ni de lejos el efecto deseado. <br />
<br />
No hay que romperse la cabeza: el Gobierno debe pedir de una vez por todas la línea de crédito preventiva para la compra de deuda por el BCE y la Comisión Nacional del Mercado de Valores tiene que prohibir indefinidamente las operaciones especulativas en la Bolsa, proponiendo que otro tanto se haga en los mercados de valores de la zona euro. Al fin, soluciones lógicas y europeas de pura defensa propia.<br />
<br />
Lo de menos es el coste político para el Gobierno de lo primero y el desgaste institucional de la CNMV frente a los mercados de lo segundo. <br />
<br />
En todo caso, nos deben una explicación.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-70590368363586420752013-01-30T14:00:00.000+01:002013-01-30T14:00:49.581+01:00"¿Cómo medir el peso de España en la UE?", mi artículo en El Huffington Post¿Cómo medir el peso de España en la UE?<br />
<br />
Carlos Carnero<br />
<br />
El Huffington Post, 25 de enero de 2013.<br />
Vuelve con fuerza un debate que, tal y como se ha planteado hasta la fecha, siempre me ha parecido mal enfocado: el del peso de España en la UE. Y digo siempre, independientemente de que el Gobierno lo ocuparan los populares o los socialistas y del momento en que apareciese (Tratado de Niza, Constitución Europea o Tratado de Lisboa, por ejemplo).<br />
<br />
Hace una década, por ejemplo, se sacaba a propósito de los votos adjudicados a España en el Consejo y, una vez que se acordó el sistema de doble mayoría de población y de países para adoptar decisiones en esa institución, sobre los umbrales de tales factores. Hubo un momento en el que más que políticos y diplomáticos, los responsables de nuestro país parecían matemáticos aficionados. Todavía guardo algunas tablas llenas de números que me arrancan una sonrisa.<br />
<br />
Ahora retorna a la palestra porque ha dejado de haber un español en el Consejo del BCE y no se ha conseguido colocar a Luis de Guindos como presidente del Eurogrupo. De ello se ha hecho todo un drama que desemboca de nuevo en el Mar de los Sargazos del peso de España en la UE.<br />
<br />
Así no tiene sentido enfocar el peso de España en la UE, al menos por dos razones.<br />
<br />
La primera: porque la influencia (o peso, para utilizar la palabra al uso) de un país en la UE se mide por su capacidad de efectuar propuestas y formar alianzas para conseguir resultados políticos, muchas veces traducidos en términos legislativos y económicos. De poco le servirá a un estado que no haga o, al menos, intente una cosa u otra, que haya nacionales en determinadas responsabilidades.<br />
<br />
La segunda, directamente relacionada con la primera: porque quienes ocupan puestos comunitarios tienen como primera obligación actuar en esa dimensión y nunca como ciudadanos de su país de origen, entre otras cosas porque se les mirará con lupa para ver si lo hacen. ¿Alguien imagina que el comisario de nacionalidad española -que no el comisario español, en un sentido de pertenencia- dejaría de denunciar a su estado si incumple el compromiso de déficit o las normas comunitarias en medio ambiente, por poner dos casos?<br />
<br />
En realidad, quienes miden el peso de este país en la Unión por el número de españoles con responsabilidades de primera línea cometen varios errores.<br />
<br />
Uno, que el interés de un estado como España sale adelante en la UE solo si es capaz de identificarlo con el interés comunitario, lo que exige propuestas y alianzas más que nombres personales. Decenas de ejemplos ilustran lo dicho, especialmente numerosos durante los primeros años de nuestra pertenencia a la Unión, pero también durante la última Presidencia semestral que hemos ejercido, en la primera mitad de 2010.<br />
<br />
Otro, que el trabajo de promoción de las propuestas y conformación de las alianzas corresponde a quien representa a España, es decir, a su Gobierno a través de los políticos, los diplomáticos y los funcionarios, y no a los que, siendo nacionales, ocupan puestos comunitarios en los que encarnan al conjunto de la Unión.<br />
<br />
Pensar en otro sentido (el de las casillas institucionales de relumbrón ocupadas por españoles) es hacerlo en términos decimonónicos, de diplomacia antigua, que nada tienen que ver con un concepto moderno, federalista de la UE.<br />
<br />
Por eso haría bien el Gobierno en no seguir por esa vía de arenas movedizas, en la que nunca se estará satisfecho. Y también la oposición en no recorrerla, porque cuando estaba en el Ejecutivo argumentó correctamente contra el "peso de España" así considerado y se centró en promover políticas que, si era el caso, desembocaran luego en personas para aplicarlas, consiguiendo buenos resultados. Eso sí, a ambos les corresponde construir algo que sí pesa de verdad en Bruselas: el consenso en política europea.<br />
<br />
No me olvido de los periodistas, porque a fuerza de resumir el mensaje en una frase y unos nombres, terminarán haciendo involuntariamente un daño adicional en el cuerpo maltratado del debate europeo en España, cuyos ciudadanos pueden pensar que se nos maltrata doblemente: con la austeridad y con el desprecio.<br />
<br />
Ojalá haya muchos españoles y muchas españolas en responsabilidades europeas. Pero que sea porque, amén de sus cualidades personales, este país sea capaz de concitar acuerdos con sus propuestas y respeto por su capacidad para solucionar la crisis económica que lo atenaza.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-26762039705058303982013-01-30T10:46:00.000+01:002013-01-30T10:46:04.493+01:00Reino Unido: mejor dentro que fuera", mi artículo en Nueva TribunaReino Unido: mejor dentro que fuera<br />
<br />
<br />
Carlos Carnero <br />
<br />
24 Enero 2013 <br />
<br />
Reconozco que cuando un amigo, dirigente laborista por más señas, me lo pronosticó en Londres el pasado mes de noviembre, me negaba a creer que llegara a ser cierto, pero al final ha terminado siendo verdad: el Primer Ministro británico, David Cameron, está dispuesto a sacar al Reino Unido fuera de la Unión Europea con tal de sortear su cada vez peor perspectiva electoral en las próximas elecciones generales, previstas para 2015.<br />
<br />
Es evidente que su “conservadurismo compasivo” se ha traducido en una política brutal de recortes, que ha llevado al país a la recesión; también está claro que su “Big Society” y su espíritu de “modernización” de la política no han pasado de meros lemas que han dejado intactas las vetustas estructuras institucionales del Reino; y desde luego es obvio que su alianza con el Partido Liberal Demócrata es un matrimonio de conveniencia mal avenido en el que Nick Clegg estaba pagando el pato…hasta la fecha.<br />
<br />
Porque los últimos sondeos tampoco dejan lugar a dudas: de celebrarse hoy las elecciones, los laboristas ganarían por un buen margen de puntos a unos conservadores en continuo retroceso que ni repitiendo el actual pacto de gobierno podrían matener el poder.<br />
<br />
Así que Cameron ha decidido echar mano del tópico populista sobre Europa para desviar la atención de la crisis económica y de su fracaso frente a la misma, yendo más lejos que ninguno de sus predecesores: ni Thatcher ni Major se plantearon jamás en serio un referéndum para cambiar el estatuto del Reino Unido en la UE, y menos aún para abandonarla si se tercia.<br />
<br />
Cameron sí lo ha hecho, situando un horizonte temporal (2017) y planteando una fórmula que conviene no dejar pasar desapercibida: la consulta (“in-out referendum”, dicen allí) tendría como objetivo pronunciarse sobre la permanencia o no en la UE una vez que Londres hubiera negociado con Bruselas –léase, con el resto de estados miembros- un cambio en su situación en la Unión.<br />
<br />
Así que el Primer Ministro lanza a la cara a sus homónimos de los otros 27 estados miembros no un reto, sino un chantaje en toda regla: “o me concedéis lo que pido o pediré a mis ciudadanos que voten marcharse, es decir, ¿qué elegís, susto o muerte?”.<br />
<br />
El caso es que el Reino Unido ya disfruta de una situación especial en la UE, a través de los llamados opt-outs, que le permite no participar en determinadas políticas. Pero los conservadores querrían ahora consolidar esa particularidad y extenderla porque, argumentan, no todo lo que se hace en la UE conviene al país.<br />
<br />
Por el contrario, la verdad es que se trata de un juego ideológico y táctico basado en premisas falsas que aspira a no perder votos euroescépticos a favor del eurofóbo Partido por la Independencia del Reino Unido (todavía me acuerdo de sus estrafalarios eurodiputados), algo que podría fastidiarle muchos cuantos escaños en un sistema electoral de circunscripción uninominal a una sola vuelta, siempre a favor de los laboristas.<br />
<br />
La UE no causa ningún perjuicio al Reino Unido ni limita su soberanía. Al contrario, es uno de los principales beneficiarios del mercado único, de las ayudas en momentos críticos (¿se acuerdan de las Vacas Locas?) y, por si faltaba algo, del presupuesto, a través del llamado “cheque británico” (British rebate), que les devuelve buena parte de su aportación a las arcas comunitarias. ¿Hay quien dé más?<br />
<br />
La jugada de Cameron puede perjudicar al Reino Unido y a la Unión Europea al mismo tiempo, para a fin de cuentas no servirle para mantenerse en el poder y poder convocar el referéndum. Todo dependerá de que los laboristas se mantengan firmes en su posición actual: no a la consulta y sí a la presencia activa en la UE, donde se puede y se debe defender el interés británico sin paralizar la Unión. Por una vez, Tony Blair ha acertado al comparar al Premier conservador con el personaje de la película cómica que amenaza a los demás con pegarse un tiro en la sien.<br />
<br />
En esa dirección, lo que digan otras potencias será importante, teniendo en cuenta la internacionalización económica y los lazos históricos británicos.<br />
<br />
Obama ha sido claro: un Reino Unido fuerte en una UE fuerte; China e India también miran con estupor el derrape de Downing Street. ¿Y qué dicen los socios? El único preocupante es la Alemania de la señora Merkel, que desde hace meses busca en Londres un aliado y cuya primera reacción ha sido comprensiva hacia una negociación “justa” (fair) entre el Reino Unido y la UE en el camino propuesto por Cameron. ¿Incomprensible viniendo de un estado que apuesta teóricamente por la Unión federal? Quizás no tanto si pensamos que Berlín necesita aliados para mantener la catastrófica política de la austeridad por la austeridad cuando ya casi todo el mundo (en todos los significados de la palabra) la critica y que, como buena derecha que es, a la CDU-CSU le interesa sobre todo el mercado y, si es desregulado, mejor, algo a lo que los británicos dirían sí hasta amordazados.<br />
<br />
Europa no se entiende sin el Reino Unido (o lo que quede de él si Escocia abandona el barco, que todo está por ver: ¿tendrá algo que ver con el referéndum en Escocia que el Partido Conservador sea casi en exclusiva un partido English, con pocos escaños fuera de Inglaterra?) y viceversa. Por eso mismo, el movimiento de los conservadores arrastra una dosis letal de peligrosidad en todos los sentidos que conviene no menospreciar.<br />
<br />
Lo que está claro es que, cuando dentro de un tiempo se analicen estos años, una conclusión saltará a la vista: la irresponsabilidad con que las derechas europeas se han comportado cuando han estado en mayoría.<br />
<br />
Lo fácil sería decir al Reino Unido “iros y dejadnos en paz”. Tan fácil como equivocado, of course, si pensamos como europeos.<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-43982068060014502812013-01-19T10:47:00.000+01:002013-01-19T10:47:03.216+01:00"Austeridad, comisarios y hechiceros": mi artículo en El Huffington PostAquí tenéis el <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/austeridad-comisarios-y-h_b_2471498.html">artículo</a> "Austeridad, comisarios y hechiceros" que he publicado en El Huffington Post sobre la gestión de la crisis por parte de la Unión Europea:<br />
<br />
<strong><u>Austeridad, comisarios y hechiceros </u></strong><br />
<br />
De la impresión de que alguien ha decidido que la estrategia de comunicación pasa por preparar el terreno antes de que la semana próxima se conozcan los datos de la Encuesta de Población Activa del cuatro trimestre de 2012, que probablemente serán estremecedores. No se me ocurre interpretar de otra manera el intento de hacer pasar como una gran noticia que la Comisión Europea pueda avenirse finalmente a flexibilizar el calendario de cumplimiento de déficit para España, algo cuya importancia, sin embargo, es innegable.<br />
<br />
Aunque no tanto como para que, de convertirse en realidad, pueda considerarse un cambio de rumbo en la estrategia suicida -sí, suicida, por fuerte que suene- que las instituciones comunitarias han adoptado frente a la crisis y que está sumiendo a la UE en su conjunto en la depresión económica y el desempleo masivo. En realidad, las cosas las ha dejado meridianamente claras el comisario Olli Rehn en su última rueda de prensa, que en los medios anglosajones sí ha sido presentada en toda su crudeza, que no ha sido poca.<br />
<br />
Sostiene Rehn que las advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las consecuencias de la política de austeridad defendida por Bruselas pecan de tener únicamente en cuenta el lado "cuantitativo" de las mismas, olvidando lo que denomina "efecto confianza" que supuestamente producen. Perdonen la dureza de mi juicio, pero no se me ocurre otra comparación: es como quien pide al paciente que crea al hechicero con sus supersticiones en vez de al médico con su ciencia.<br />
<br />
Porque lo que el FMI ha puesto encima de la mesa no son vapores, sino algo tan tangible como que los daños causados por la austeridad han resultado ser hasta tres veces más severos que lo previsto. Basta con echar un vistazo a las cifras de paro en la UE, en general, y en la eurozona, en particular, para darse cuenta de que los estudios se corresponden con la realidad, mientras que el "efecto confianza" de Rehn debe notarse únicamente en los despachos de los altos funcionarios comunitarios.<br />
<br />
Así que una cosa es que a España se le conceda más tiempo para cumplir el déficit comprometido y otra muy distinta que alguien entienda de una vez en la dirección política y económica de la Unión que este país se está, literalmente, ahogando y que, si no se afloja rápidamente el dogal de la austeridad, acabará asfixiado de mala manera. Lo que implicaría elevar el listón del déficit al que se podría llegar en este y los próximos ejercicios presupuestarios y asumir que, dada la situación de emergencia existente, la activación de una línea de crédito preventiva como la ofrecida por el Banco Central Europeo para bajar sustancialmente los intereses a pagar por la deuda pública y por las empresas que pidan crédito no implicaría nuevas condiciones que activaran recortes adicionales.<br />
<br />
De esta crisis no se saldrá sin una fuerte -aunque no única- presencia de lo público en la generación de crecimiento y empleo. Siempre ha sido así y no hay razones para pensar de otra manera. A no ser que se considere que un escenario deseable sería el de una alta tasa de paro permanente que ayudase a la bajada estructural de los salarios y las condiciones laborales, lo que, junto con un desmantelamiento del estado del bienestar, permitiría reducir el déficit público y ganar en competitividad. El problema es que en este caso no solo estaríamos llamando al hechicero, sino sobre todo al ideólogo que olvida que hace falta capacidad de consumo público y privado para consumir lo que se fabrica, o sea, que sin demanda no hay oferta, sin producción no hay recuperación que valga.<br />
<br />
Sin reconocer ni un ápice de error en la política de austeridad, Rehn ha pedido al mismo tiempo la atribución a la Comisión Europea de más poderes de supervisión de los proyectos presupuestarios nacionales antes de que sean remitidos por los Gobiernos a los parlamentos. Todavía me parece mentira que el que suscribe, confeso federalista en la construcción europea y miembro de la Convención que redactó su primera Constitución, visto lo visto, no tenga margen para otra respuesta ante tal petición: para seguir haciendo esa política, para acabar con el modelo social europeo, NO, porque a nadie se le ocurre pagarle el veneno a quien va a echárselo en la copa. A no ser que sea un suicida.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-88544582572142830232013-01-09T19:17:00.000+01:002013-01-09T19:17:59.698+01:00Lincoln, de Emil Ludwig: una lectura que recomiendoCae en mis manos la biografía de Lincoln de Emil <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Emil_Ludwig">Ludwig</a> (cuyos libros fueron calificados de peligrosos por el nazismo), en una edición de Juventud de 1969.<br />
<br />
La devoro, no puedo parar de leerla.<br />
<br />
La personalidad del que fuera Presidente de los Estados Unidos en la época más difícil de ese país da para mucho, desde las ideas de profundidad hasta las anécdotas más sabrosas.<br />
<br />
Pero, sobre todo, transmite mensajes plenamente válidos para los tiempos que nos ha tocado vivir.<br />
<br />
Ignoro si está editada recientemente, pero hay un <a href="http://www.librosmaravillosos.com/lincoln/capitulo01.html">enlace</a> donde leerla digitalmente. Os la recomiendo.<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-69094910372634456992013-01-09T19:03:00.000+01:002013-01-09T19:03:12.028+01:00Izquierda, austeridad, democracia, Año Europeo de los Ciudadanos, XV Aniversario de la Fundación AlternativasSobre todos esos temas he escrito en diciembre y enero en El Huffington Post y en Blog Alternativas en El País. Aquí tenéis los posts:<br />
<br />
- Mejor volver a la <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/mejor-volver-a-la-izquier_b_2231769.html">izquierda</a> que girar al centro<br />
<br />
- La <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/la-ue-y-eurovision-sin-po_b_2331179.html">UE</a> y Eurovisión sin Portugal<br />
<br />
- Elecciones cada dos años para renovar la <a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/elecciones-cada-dos-anos-_b_2395171.html">democracia</a><br />
<br />
- <a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2012/12/15-anos-haciendo-democracia.html">15</a> años haciendo democracia<br />
<br />
- 2012, Año Europeo de los <a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2013/01/04/">Ciudadanos</a>: ¿espectadores o protagonistas?<br />
<br /><div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-1125581694747163972012-11-25T11:47:00.000+01:002012-11-25T11:47:20.250+01:00Obama, Sáhara, Palestina, Consejo Europeo: mis recientes artículos y entrevistasAquí tenéis algunos de los últimos artículos que he publicado y de las entrevistas que he concedido:<br />
<br />
- "<a href="http://www.nuevatribuna.es/articulo/unknown/obama-no-hubiera-ganado-en-espana/20121107201923083757.html">Obama</a> no hubiera ganado en España" (Nueva Tribuna)<br />
<br />
- "<a href="http://www.huffingtonpost.es/carlos-carnero/manos-amigas-para-el-pueb_b_2122003.html">Manos</a> amigas para el pueblo saharaui" (El Huffington Post)<br />
<br />
- "<a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2012/11/palestina-en-la-onu-espana-debe-votar-si.html">Palestina</a> en la ONU: España debe votar sí" (El Huffington Post, Nueva Tribuna, Blog de Alternativas en El País)<br />
<br />
- Declaraciones sobre los resultados del <a href="http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/la-tarde-en-24-horas/tarde-24-horas-mundo-24-23-11-12/1588937/?media=tve">Consejo Europeo</a> de noviembre en El Mundo en 24 horas del Canal 24 horas de TVE<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-43866560128391947602012-10-14T13:36:00.000+02:002012-10-14T13:36:01.248+02:00Nobel de la Paz a la UE: artículo de López Garrido y Carnero en el blog Alternativas en El País y en Nueva TribunaNuestro artículo en el blog <a href="http://blogs.elpais.com/alternativas/2012/10/el-nobel-de-la-paz-a-la-ue-nos-recuerda-lo-que-somos-diego-lopez-garrido-y-carlos-carnero.html">Alternativas</a> en El País y en <a href="http://www.nuevatribuna.es/opinion/diego-lopez-garrido-y-carlos-carnero/el-nobel-de-la-paz-a-la-union-europea-nos-recuerda-lo-que-somos/20121012203947082480.html">Nueva Tribuna</a> :<br />
<br />
<br />
<strong><u>El Nobel de la Paz a la Unión Europea nos recuerda lo que somos</u></strong><br />
<br />
<em><strong>Diego López Garrido y Carlos Carnero</strong></em> <br />
<br />
Así somos y así nos ven: paz, reconciliación, democracia y derechos humanos en el Viejo Continente y en el Mundo. En el fondo y en la superficie, eso es en realidad la Unión Europea, y no la madrastra mala ni la crisis permanente con que las modas mediáticas han tratado de presentarla a través de un relato machacón que ha ansiado transformarse en discurso único.<br />
<br />
Hasta tal punto ha sido así, que defender las virtudes de la construcción europea –sin olvidar sus defectos, por supuesto- ha llegado en estos tiempos a ser calificado como ingenuo, edulcorado, propio de Mary Poppins, en fin, inaceptable para la nueva modernidad euroescéptica y marcadamente anglosajona, aunque se expresara en castellano.<br />
<br />
Lo ha recordado con claridad y contundencia el Comité noruego que otorga el Premio Nobel de la Paz al concedérselo este año a la UE. Hay que agradecerle profundamente que lo haya hecho, porque sin duda servirá para que los europeos recuperen el orgullo de haber construido una Unión que es la primera democracia supranacional existente en la historia y el espacio de mayor libertad y progreso del Planeta, en consonancia con la política, la economía, la sociedad y la cultura europeas, decantadas a través de siglos de enfrentamientos pero también de logros individuales y colectivos que son el mejor acervo de la humanidad.<br />
<br />
Una UE que tiene problemas y presenta debilidades, por supuesto. Pero sin la que sería imposible afrontar el presente e imaginar el futuro. Una UE que es una unión aduanera, un mercado único y una unión monetaria, desde luego, pero que sobre todo es cada vez más una unión política de orientación federal, como soñaron sus padres fundadores y muchos seguimos trabajando cada día por completar.<br />
<br />
Es más, en medio de la actual crisis económica –por cierto, originada en los Estados Unidos- la UE ha demostrado ser un instrumento imprescindible de solidaridad sin el que muchos países (incluida España) no hubieran podido hacer frente a dificultades que, nacionalmente consideradas, se habrían convertido en insuperables. Aunque con nombres a veces indescifrables, la Europa unida ha puesto en marcha canales de solidaridad impensables en otros lugares del Planeta.<br />
<br />
Las sociedades del mañana no podrán definirse sin la UE. Da igual que otros crezcan mucho o que los europeos sean cada vez menos demográficamente. Europa es el origen de la democracia y de los derechos humanos y sin su fuerza económica, social, tecnológica y cultural es imposible conformar un mundo justo, equilibrado o, al menos, viable. Millones y millones de seres humanos saben que en su anhelo de libertad y desarrollo tienen su mejor –y, a veces, su único– aliado en la Unión.<br />
<br />
El Nobel de la Paz otorgado a la UE va para los padres fundadores, para la ciudadanía europea, para los estados miembros –incluyendo a esta España que tanto ha dado desde 1986 a la construcción europea y que tanto ha recibido, no lo olvidemos-, para las instituciones comunitarias (el Parlamento, la Comisión, el Consejo, el Tribunal) y para lo que representa este esfuerzo colectivo: una unión de valores para garantizar derechos.<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1935147461124102240.post-63421491643778658602012-10-09T18:46:00.000+02:002012-10-09T18:46:01.759+02:00Debatiendo en Km. 0 de TelemadridDe nuevo acudo, con mucho gusto, al programa de debate de Telemadrid Kilómetro 0, que conduce Ana Samboal. Un <a href="http://www.falternativas.org/multimedia/videos/carlos-carnero-en-km-0-de-telemadrid">programa</a> de contraste de pareceres tranquilo y equlibrado que gana cada vez más audiencia y por el que debemos felicitar a los profesionales que lo hacen posible. Esta vez hablamos de la Conferencia de Presidentes autonómicos, de Cataluña, de la crisis, del rescate... a lo largo y ancho de 90 minutos más que interesantes.<div class="blogger-post-footer">Carlos Carnero, notas desde el Parlamento Europeo de un eurodiputado socialista madrileño.</div>Carlos Carnerohttp://www.blogger.com/profile/03205299214926019916noreply@blogger.com0