martes, 19 de marzo de 2013

"Europa: una mala salud de hierro": mi artículo en El Huffington Post

Europa: una mala salud de hierro

Carlos Carnero


Artículo publicado el 12/03/2013
Una mala salud de hierro: no hay mejor frase para definir la capacidad de resistencia que la UE está demostrando frente a la crisis y sus consecuencias. Puede ser positivo, pero también negativo. Veamos.

Desde el lejano inicio de la crisis (solo han pasado cinco años, pero cada instante dura mucho más que lo que señala el reloj), al euro se le ha administrado la extremaunción en varias ocasiones. Y con el euro, a la UE en su conjunto. De la mano de Grecia, de Irlanda, de Portugal, de España o de Italia (salvando las distancias en cada caso), a cada repunte grave de la crisis de la deuda -prima de riesgo mediante- o en todos los desacuerdos y dilaciones en y del Consejo Europeo, no faltaban voces que situaban a la Unión a punto de colapsar primero y disgregarse después.

Ni faltaban ni faltan razones para pensar así, aunque los análisis se confundieran a menudo con los deseos de que el vaticinio se hiciera realidad. Ahí están los grandes especuladores como el mejor ejemplo posible de quienes, además, han hecho todo lo posible para que sus profecías fueran autocumplidas. Al final, la realidad ha sido más tozuda que la imaginación, de forma que la UE, aún a trancas y barrancas, ha sido capaz de construir en tiempo real parte de lo que, con su carencia, había provocado muchos problemas: los instrumentos imprescindibles de una unión económica en la que enmarcar la moneda única.

Aún queda mucho camino por recorrer hasta que la UE sea una unión política y cuente con un Tesoro comunitario, un presupuesto suficiente y una completa unión económica y social con ingresos propios de carácter progresivo, armonización fiscal y salario mínimo europeo. Pero los pasos dados ya no tienen marcha atrás. Ahora hay, sin embargo, algo mucho más urgente por hacer: reorientar la política de austeridad hacia una de crecimiento con la que afrontar el principal problema de la Unión, que no es otro que reducir el desempleo.

Cualquiera diría que, en el marco de la crisis, la UE habría sufrido un desgaste brutal entre la opinión ciudadana. Pues nada más lejos de la realidad, a tenor de las últimas encuestas. Tomemos como ejemplo a los españoles, que siguen considerando a la Unión como algo más positivo que negativo, quieren seguir en el euro, no culpan a Europa de la política de austeridad -sino a Gobiernos como el alemán o el nacional- y se sienten tan españoles como europeos. Desconfían de la UE cuando se les pregunta de ese modo, pero lo mismo dirían, acrecentado, de cualquier institución: preguntemos por las del nivel nacional y comparemos.

En todo caso, lo dicho puede administrarse de dos maneras opuestas: para empecinarse en la política de recortes y dormirse en los laureles o para apostar de nuevo por Keynes y proponerse recuperar la confianza perdida. Por eso decía que la resistencia de la UE podía ser negativa o positiva, dependiendo de cómo se entienda.

En mi opinión, hacer lo primero se traduciría en terminar convirtiendo en realidad los sueños de los enemigos de Europa, mientras que apostar por lo segundo es lo que los ciudadanos nos piden con su europeísmo. Conviene no equivocarse.


domingo, 3 de marzo de 2013

Ganarse Europa: el vídeo de mi intervención en la conferencia del PSOE

Aquí tenéis el enlace al vídeo de mi intervención en el segundo panel de Ganarse Europa, la conferencia organizada por el PSOE el 16 de febrero de 2013. La encontraréis en el minuto 1:18:30 aproximadamente.

En ese panel fueron ponentes el Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Seguro (Primer Secretario del PS portugués), Harlem Désir (Primer Secretario del PS francés) y Joaquín Almunia, miembro de la Comisión Europea.

El debate llevó por título "Hacia una Europa federal: la Unión Política".

sábado, 2 de marzo de 2013

Me entrevistan en la Radio Autonómica de Canarias

Aquí tenéis el enlace a la entrevista sobre temas europeos que se emitió el 23 de febrero de 2013 en la Radio Autonómica de Canarias.

viernes, 1 de marzo de 2013

Gracias, Bersani: mi artículo en El Huffington Post sobre el resultado de las elecciones en Italia

"Gracias, Bersani"

Carlos Carnero


Publicado: 26/02/2013 10:01

La batalla librada en las elecciones italianas ha sido entre democracia y populismo, no le demos más vueltas.

A la izquierda, encabezada por Pier Luigi Bersani, los demócratas europeos deberían reconocerle su coraje al asumir el reto de encarnar la primera de las opciones con seriedad en el discurso, un verdadero programa de gobierno y unos candidatos elegidos en primarias abiertas. Enfrente se ha encontrado con la demagogia (efectiva, visto lo visto) de Silvio Berlusconi y de Beppe Grillo, cada uno con sus frases altisonantes y sus descalificaciones colectivas y personales del adversario.

Hay que imaginarse lo complicado que ha resultado desenvolverse en una campaña electoral planteada en esos términos, tratando de explicar que sí se puede salir de la crisis económica y renovar la política en términos racionales frente a quien se limita a repetir, en un caso, que la amenaza sigue siendo el comunismo y que las acusaciones de que es o ha sido objeto en numerosos procesos un montaje del mismo, y en otro, que todos son iguales y que el camino a tomar lo señalarán decisiones asamblearias en la plaza pública a mano alzada.

A pesar de todo, los progresistas de Italia Bien Común han ganado en las urnas. Por poco y, desde luego, por menos de lo previsto. No obstante, son la primera fuerza política en votos y, en el caso de la Cámara de Diputados, en escaños.

A ellos, pues, les corresponderá ahora tratar de buscar fórmulas que eviten nuevas elecciones, si eso es posible, porque lo que sí está claro es que es necesario. De lo contrario, se abriría un período de interinidad que golpearía a Italia y al conjunto de Europa y del que solo se beneficiarían los populistas de dentro y los chacales de fuera.

Sí, los chacales: ahí están ya azuzando la subida de la prima de riesgo de países que ni siquiera han celebrado elecciones, como si los resultados de las urnas italianas pusieran en peligro el euro o proyectaran dudas sobre el pago de la deuda pública de algún Estado de la unión monetaria. De escándalo.

Es en estos momentos cuando la UE debería mostrar su fortaleza o, al menos, su capacidad de reflexión, porque si tuviéramos eurobonos, si la deuda de los miembros de la eurozona estuviera mutualizada, los depredadores se estrellarían contra un muro. En ausencia de tales instrumentos, tratan de cazar a las ovejas del rebaño una a una y por separado. Su rescate se pagará caro por parte de los ciudadanos.

Si Bersani llegara a ser presidente del Consiglio, empujaría a favor de tales medidas en el seno de la UE y podría demostrar que solo con la única democracia democrática (la del voto libre, directo y secreto en las urnas), valga la redundancia, es factible encontrar soluciones.

Por cierto, una de ellas ya se ha garantizado, porque gracias a que la Cámara tendrá mayoría absoluta de escaños de la izquierda Berlusconi no podrá, como hubiera sido su deseo en caso contrario, llegar a la Presidencia de la República Italiana, para oprobio de su país y de Europa.