viernes, 30 de marzo de 2012

¿Restringir el derecho de huelga? No en Europa: mi post en el blog Alternativas en El País


¿Restringir el derecho de huelga? No en Europa

Por: Alternativas | 30 de marzo de 2012

Carlos Carnero


Seguramente, el rotundo éxito del 29-M aumentará el volumen de las voces que en las semanas precedentes han tratado de alentar el debate sobre una nueva regulación del derecho de huelga, y no precisamente para facilitar su ejercicio, sino para restringirlo y dificultarlo.

El derecho de huelga está recogido en la Constitución Española de 1978, como en el resto de las leyes fundamentales de los países democráticos, empezando por los de la Unión Europea. Hasta la fecha, el uso del mismo ha tenido siempre una dimensión nacional.

Sin embargo, conviene no olvidar que el ordenamiento jurídico español, como el del resto de los estados miembros de la UE, tiene en su cima el derecho comunitario, cuya primacía, aún no estando explícitamente expresada en el Tratado de Lisboa, está reconocida por la jurisprudencia del Tribunal de Luxemburgo.

El Tratado de Lisboa, en su artículo 6.1, afirma que "La Unión reconoce los derechos, libertades y principios enunciados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 7 de diciembre de 2000, tal como fue adaptada el 12 de diciembre de 2007 en Estrasburgo, la cual tendrá el mismo valor jurídico que los Tratados".

A su vez, la Carta establece en su artículo 27 que "los trabajadores y empresarios, o sus organizaciones respectivas, de conformidad con el Derecho de la Unión y las legislaciones y prácticas nacionales, tienen derecho a negociar y celebrar convenios colectivos, en los niveles adecuados, y a emprender, en caso de conflicto de intereses, acciones colectivas para la defensa de sus intereses, incluida la huelga".

Hay dos aspectos relevantes a destacar. Por un lado, la inclusión de la Carta en el Tratado le confiere un carácter jurídicamente vinculante. Por otro, su aplicación está limitada a los casos en que las instituciones de la Unión o los estados desempeñen las competencias que tienen atribuidas o apliquen el derecho comunitario.

Es decir, la legislación europea extiende el derecho de huelga hasta el punto de que, llegado el caso, pudiera ser ejercido en el nivel de la Unión.

Si tenemos en cuenta que muchas de las medidas restrictivas del Estado del bienestar a las que se oponen las centrales que integran la Confederación Europea de Sindicatos se adoptan en Bruselas -vía Consejo y Comisión, con su actual mayoría de derechas- y son aplicadas por y en los estados miembros, no tendría nada de extraño que, llegado el momento, los trabajadores llegaran a plantearse una huelga europea que encajaría perfectamente con los derechos reconocidos por el Tratado de la Unión.

Otra cosa es que alguna vez se convoque o que sea, llegado el caso, positivo o negativo hacerlo. Pero no estaría de más que quienes pretenden solventar la discrepancia de los sindicatos reduciendo sus posibilidades de actuación en el caso de la huelga, fueran conscientes de que el ejercicio de la misma se ha ampliado incluso en el marco de la UE.

jueves, 29 de marzo de 2012

Éxito de la huelga general contra la política antisocial de la derecha


Llego a casa tras participar en la impresionante manifestación que ha sellado masivamente en la Puerta del Sol de Madrid el rotundo éxito de la huelga general convocada por Comisiones Obreras y UGT contra la reforma laboral y la política antisocial del Gobierno de la derecha encabezado por Rajoy y que ha sido secundada por diez millones de españolas y españoles.

Una vez más, la clase obrera de nuestro país ha dado una lección de compromiso, firmeza, solidaridad y responsabilidad no solo en defensa de sus derechos sino del interés nacional, que hoy más que nunca es salir de la crisis sin romper el modelo social que nos hemos dado y que forma parte del pacto constitucional de 1978.

El Gobierno tiene que rectificar, está obligado a hacerlo. Si no lo hace y mañana continúa adoptando medidas contrarias al crecimiento y al empleo en los Presupuestos Generales de 2012, los trabajadores estarán legitimados para continuar sus movilizaciones ejercitando sus legítimos derechos. Y lo harán, que nadie tenga la menor duda.

Estoy satisfecho también del apoyo firme del PSOE a las reivindaciones de los sindicatos de clase y su oposición a la reforma laboral del PP.

Me viene a la cabeza un pensamiento: el Viejo Topo nunca se ha ido, ahí está. Afortundamente.

Presentación del Informe sobre la democracia en España 2012 de la Fundación Alternativas

lunes, 26 de marzo de 2012

Lo mejor del 26 de marzo es leer los periódicos del 25 de marzo


Lo mejor del lunes 26 de marzo es leer los periódicos del domingo 25 de marzo.

Sí, la verdad es que comparar los pronósticos con la realidad es una verdadera delicia.

Primero, porque da idea de que, en democracia, son los votos los que deciden y no los comentarios ni las encuestas.

Segundo, porque en Andalucía sobre todo, pero también en Asturias, han empezado a hacer aguas las profecías autocumplidas, esas que llevan echando mano de los sondeos un año entero no como elemento de análisis de la realidad, sino como instrumento para moldearla a gusto del que las encarga.

Tercero, porque está claro que quien trata de echar a la confrontación social -o lucha de clases, como prefieran- por la puerta se la termina encontrando en el salón tras retornar por la ventana.

De eso debería tomar nota el Gobierno de la derecha, que ha debido llegar a pensar que todo era posible: desde ocultar los Presupuestos Generales del Estado a mayor gloria de su candidato en Andalucía (aunque fuera a costa de la credibilidad de España en Bruselas, con las declaraciones de Monti como corolario) hasta que la brutal reforma laboral que ha aprobado pasaría de rositas.

A la semana le quedan por delante, nada más y nada menos, que la huelga general del jueves y el Consejo de Ministros del viernes.

La crisis, ese monstruo al que le restan muchas -quizás todas- cabezas y un largo recorrido, se come todo. Lo hizo con el anterior Ejecutivo y lo hará con este.

Y lo importante será evitar que, en esa merienda, la crisis y el gobierno se lleven nuestro modelo social y nuestro bienestar por delante.

La mayoría de los andaluces y de los asturianos así parecen creerlo. Y han votado en consecuencia.